De Héroe a Rebelde

El Amor de mi Vida

Han pasado tres semanas desde la última batalla  gracias a los hijo de Apolo y el mismo dios lograron que los semidioses se recuperarán de una manera rápida.

Terrence se encontraba con un poco de fuerzas pero no estaría recuperado hasta que Orden desapareciera.

Mel no se separaba de su esposo, esta lo cuidaba todo el tiempo, hubo un momento en el que Mel salió de la cabaña dejando a Terrence solo en lo que buscaba comida.

Annabeth entró a la cabaña sentándose a lado de Terrence, el cual sólo la miro serio.

- ¿Qué haces aquí Annabeth? - le preguntó Terrence serio

- Quería disculparme por lo que hice antes, por no creerte sé que no sirve de nada pero yo aún te amo y guardo el anillo que me ibas a dar ese día - dijo mostrando una pequeña cadena que traía en el cuello con el anillo

Terrence la miro con calma para suspirar.

- Annabeth te seré sincero si te ame y te siguió amando incluso cuando conocí a Mel pero me di cuenta que tu y yo ya no sentimos nada por el otro, todo mi corazón pertenece a mi hermosa esposa Mel, se que tu encontrarás tareas a alguien que te ame y ames por el momento me gustaría que entendiera que yo no voy a dejar a mi esposa, el amor de mi vida y mi luz por ti, suena duro pero fuiste alguien importante pero ahora solo eres mi pasado, una semidiós que vive en el campamento mestizo, no eres nadie para mí - le dijo causando que Annabeth se sorprendiera para después bajar la cabeza

- Lo entiendo, adiós Percy - se despidió Annabeth para salir de ahí con las lágrimas corriendo por sus mejillas

Justo después entró Mel con la comida.

- Escuchaste todo ¿no es así? - le dijo Terrence

- Si y no me arrepiento, eres mi esposo y te amo y honestamente me alegra que ella ya no esté espiando nos todo el tiempo, siento lastima por ella pero te aseguro que encontrará a alguien que la haga feliz, ella tiene quedaba el pasado ir - le dijo

Mel se sentó a lado de Terrence donde este la rodeo con sus brazos por la cintura abrazándola.

- Eres la mujer más increíble, piensa en los demás y te preocupas con ellos aunque hayan hecho un daño terrible, eres incapaz de odia a alguien - le dijo besándole la mejilla

- Tu eres igual yo se que ni a Orden odias, tu solo quieres que el deje de odiar por eso lo quieres matar para que al fin descanse, eres demasiado amable - le dijo Mel

- Te amo mi hermosa luz, siento que pronto tenga que irme - le dijo con tristeza a lo que Mel solo negó abrazando la cabeza de su esposo con dulzura

- No permitiré que me dejes - susurro Mel