Pov Leonardo
Suspiré una vez más, mientras tiraba una pelota de tenis a la pared y ésta me la devolvía.
No podía evitarlo, pero tenía una gran sonrisa en mi rostro y todo por ese beso.
Nunca creí que me llegara a llamar la atención, hasta hace poco creí que era una persona sin sentimientos que no le importaba nadie, pero cuando la vi, sentí que algo diferente vendría.
Recuerdo cuando tomé el trabajo sin siquiera conocerla, yo no trabajaba de niñero, en realidad estaba estudiando ingeniería, pero necesitaba dinero para mis estudios y además, para mi madre.
Cuando apenas tenía 6 años, mi padre nos dejó a mi madre y a mí sin un centavo.
Desde pequeño tuve que trabajar y mi madre se tenía que romper la espalda para mantenerme y pagarme una escuela decente. Ya cuando tuve 10 mi madre
