POV. Leonardo Abrí los ojos, despertándome de golpe. Miré a mí alrededor sin llegar a mover alguna parte de mi cuerpo además de mis ojos. Estaba en la habitación, el sol todavía no salía por completo, así que lo más probable es que sea muy temprano. Me acurruqué como cuando tenía 5 años, contra la almohada y cerré mis ojos, esperando a quedarme dormido de nuevo, pero el movimiento de la “almohada” me sobresaltó. Era Miranda. Estaba entre mis brazos como si estuviera buscando protección en ellos. Sonreí por verla acurrucada, se veía tan bonita, tan pequeña y frágil. ¿Cómo podía ser una mujer tan hermosa? Mi madre me había enseñado que todas las mujeres tienen su belleza y cada una tenía una forma diferente de demostrarlo, pero Miranda… ella lo hacía a cada rato, por cualquier cosa q