Barret aspiró con fuerza y miró fijamente su rostro rojo de rabia; —Así que quiero encontrar alguna manera de vengarme —Joe continuó enfadado—Quiero hacer papilla la cara de ese cabrón... Barret levantó las cejas y miró a Joe. —¿Qué estás mirando? ¿Crees que estoy bromeando? —respondió Joe molesto por la expresión de Barret. —No, me ha entendido mal, joven. Solo espero que pueda pensar en grande y no se preocupe demasiado por cosas tan triviales, porque se enfrentará a cosas aún más complicadas en el futuro. No puede dejar que estos asuntos triviales le enfaden. Controlar las emociones es una tarea obligatoria para la gente de éxito... —dijo Barret pacientemente, pero Joe no lo escuchó. La deshonra de su pasado era vívida; en aquel momento no pudo vengarse, y sólo pudo sufrir la humil