EL YERNO DESPRECIADO

Capítulo 6 Persuasión

—¿Qué? ¿Dejar que sea el yerno de la familia Andrew?

—Sí, que vuelva primero y que experimente las dificultades. Para ese momento, encontraré una oportunidad adecuada para explicarle todo esto.

—Pero señor, él y la joven son hermanos legalmente. ¿Y si llegan a saber la verdad en el futuro?

—Sí, son hermanos, pero no están emparentados por la sangre, así que no importa.

—Bueno, Joe no debería tener ningún problema, pero me temo que la joven no lo aceptará.

—Deja esto en mis manos. Ve a buscar a Nicole y tráela aquí de inmediato.

—Señor, ya es demasiado tarde. La señorita ya está dormida. ¿Por qué no dejarla venir aquí mañana por la mañana?

—No, ahora mismo.

—Sí, Señor, iré ahora.

—Espera, tráeme primero un bolígrafo y un papel.

—Sí.

Diez minutos más tarde, Nicole entró en el estudio bostezando en pijama y con el pelo revuelto. En esta familia, el único que le daba miedo era su abuelo.

—Abuelo, ¿por qué me necesitabas tan tarde?

—Nicole, siéntate, tengo algo importante que decirte.

Al ver que Joseph estaba tan serio, Nicole se sentó vacilante. —¿Sí, abuelo?

—¿Has soñado con tus padres últimamente?

Nicole frunció el ceño y asintió lentamente, sintiendo inmediatamente que la tristeza la invadía. Era joven cuando sus padres murieron, pero nunca los olvidó. Todavía recordaba las caricias de ellos, el beso de buenas noches de su madre y el de su padre en la frente. 

—Yo también sueño a menudo con ellos —continuó Joseph con tristeza—. Tus padres tienen un par de buenos amigos. Tienen un hijo dos años mayor que tú. Cuando tu madre estaba embarazada, hicieron la promesa de que, si eras niño, serian hermanos, y si eras niña, serían novios...

Nicole le interrumpió inmediatamente: —Imposible, ¿por qué nunca he oído a mis padres hablar de esto?

—Porque eras demasiado joven, niña. Los amigos de tus padres murieron cuando eras muy pequeña, y perdimos la información sobre ese niño. Tus padres se sentían tristes por ello, así que nunca te lo mencionaron.

—¿Y por qué me lo cuentas ahora? —preguntó Nicole a la defensiva.

Al ver los ojos abiertos de Nicole, Joseph se sintió poco amable al decirle esto. Pero para Joe, tenía que hacerlo.

—Desde que tus padres nos dejaron, he estado buscando a este chico, y hoy, lo he encontrado.

—¿Y quieres que me case con él? No, nunca aceptaré. Abuelo, estas cosas deberían abandonarse ya. ¿Cómo puede ser tu mente tan anticuada? No vivimos en la Edad de Piedra.

Joseph esperaba que Nicole no estuviera de acuerdo, por lo que ya había ideado una forma de persuadirla.

—No quiero forzarte, pero éste era el mayor deseo de tus padres. Podría ser su último deseo...

—No lo creo —dijo Nicole sacudiendo la cabeza con fuerza.

—Mira, he encontrado esto en el diario de tu madre.

Nicole cogió el pequeño libro y vio que efectivamente era la letra de su madre. Pasó a la última página y leyó la última línea de la entrada.

Oh, cómo me gustaría que Nicole tuviera la edad suficiente para casarse con el hijo de mi amiga. Es mi mayor deseo ver a mi hermosa hija casarse con un chico tan guapo y amable.

Para una persona como Joseph, que dominaba la caligrafía, no era difícil fabricar la letra de su nuera.

Nicole rompió a llorar. No porque estuviera enfadada, sino porque echaba de menos a sus padres.

Joseph celebró internamente su victoria y decidió atacar mientras el hierro estaba caliente.

—Si no estás dispuesta a aceptarlo, no te obligaré. Después de todo, han pasado muchos años desde que se decidió esto. Pero debe ser el destino. Sabes que el chico no es otro, sino el que trajo el collar de tu madre. ¿No crees que es tu madre la que los ha unido?

Lo que dijo Joseph casi barrió la pena de Nicole. En lugar de tristeza, se sintió sorprendida y despreciada.

—¿Qué? ¿Es él? ¿Quieres que me case con ese miserable?

—No seas tan grosera —frunció el ceño Joseph.

—No me equivoco. No es más que un pobre tipo codicioso. No has visto lo codicioso que es cuando ve dinero. No deberías dejarle venir a trabajar a nuestra casa mañana. Es peligroso, abuelo.

—Tonterías. Se trata de sus prejuicios. Le prometimos dar el premio. Él no tomó la iniciativa de pedir dinero. Es más, rechazó el dinero varias veces, pero yo insistí en que lo aceptara. Además, si es codicioso, ¿por qué no vendió el collar?

—Eso es probablemente porque es estúpido y no sabe el valor de este collar, de lo contrario lo habría vendido.

—Te equivocas. Esto demuestra que son el uno para el otro. No diré mucho más sobre este asunto. ¿Quieres casarte con él para cumplir el último deseo de tu madre?

Nicole hizo un puchero y dudó un rato, pero no se negó inmediatamente.

Joseph se alegró mucho, pensando que su plan había funcionado. No sabía que Nicole no se tomaba para nada en serio el matrimonio, sino que sólo quería aprovechar esta oportunidad para darle una lección a este tipo.

—Pero tengo una condición.

—¿Cuál es?

—Tiene que casarse con nuestra familia... a través de la adopción.

Joseph no pudo evitar sentirse complacido, pero aún así fingió dudar. Después de todo, era conocido por sus habilidades de persuasión. No era de extrañar que hubiera establecido un negocio tan exitoso.

—Le estás insultando deliberadamente. ¿Cómo va a aceptar esta condición?

—Bueno, se lo diré cuando venga mañana. Si acepta esta condición, me casaré con él. Si no está de acuerdo, entonces olvídalo.

—Nicole, escucha a tu viejo abuelo...

—No, estoy cansada. Voy a volver a la cama. Hablaré con él mañana. Abuelo, buenas noches.

Nicole subió trotando, y Joseph mostró una sonrisa largamente perdida.

—Mi nieto, por fin vuelves a casa.