Tardo unos segundos en reponerme cuando siento algo caliente escurriendo desde mi cabeza hasta mi ceja, es sangre. Sin prestarle atención me muevo con pesadez mientras loba ladra sin parar y de un momento a otro abro la portezuela y desciendo del auto solo para percatarme de que unos sujetos se están acercando. Tomo mi arma y comienzo a dispararle a uno de ellos y antes de que el otro eleve su mano para disparar, llamo a loba y está se lanza como la bestia que es y ataca mordiendo el brazo del sujeto. Con balas en todo su cuerpo termino con la vida del primero, mientras el otro se retuerce soltando su arma a causa del dolor que mi pastor belga le está ocasionando en el brazo. —Es inútil que pelees, ella no conoce la piedad y de ninguna forma va a soltarte— exclamo observando cómo loba