Alice- No puedo negarlo, tienen un perfecto rostro y una sonrisa encantadora, pero estoy tan nerviosa y sin evitarlo retrocedo en un falso intento por escapar, chocando con un tipo. — ¡Oh! ¡Lo siento! –exclama el hombre al sentir el impacto, tomándome de los hombros por la espalda. — Lo siento, lo siento –digo apenada, levantando el rostro y girando para poder mirarlo Era un hombre alto con camisa y pantalón de vestir perfectamente entallado a su cuerpo, de rizos castaños algo despeinado, con facciones definidas pero extrañamente de semblante relajado y confiable. No parecía del tipo que asiste a esos lugares y menos con esa ropa, daba la impresión de haber salido de la oficina por las mangas de su camisa mal recogidas. — Wao ¡Qué hermosos ojos tienes! –me alejo rápidamente de sus