— Alice ¿Vamos? –me sobresalto al escuchar la voz de Paúl-. — Lo siento no quise asustarte –dice un poco avergonzado y preocupado — No te preocupes, Vamos –le sonrío, borrando cada estúpido pensamiento de mi mente. Caminé a su lado hasta el estacionamiento, subimos al auto y nos dirigimos hasta el restaurante para almorzar. Al llegar, bajamos del auto y tomo su brazo caminando hasta el interior del lugar. — ¿¡Paúl!? ¡Paúl Arboleda! –giró rápidamente ante la suave y melodiosa voz femenina llamándolo. — ¡Natalia Zuloaga! Vaya sorpresa –se acerca y la saluda abrazándola — No sabía que habías vuelto – la chica sonríe coqueta y sorprendida, es realmente hermosa y estilizada. — Natalia te presento a Alice, supongo que ya se conocen o ¿no? –Paúl hace una mueca. Lo miro confundi