Las chicas caminaron juntas hacia el departamento de ginecología. Acababan de terminar su almuerzo y, como prometieron, Brenda le haría una ecografía a Tenni para ver cómo estaba el bebé. —¿Estás nerviosa? — preguntó mientras preparaba la máquina. Tenni ya estaba preparada con los pantalones y la bata de hospital. —Sobre el bebé... más o menos, sobre esa sonda en tus manos a punto de llegar a mi feminidad, sí — respondió mientras miraba el dispositivo en la mano de Brenda. Brenda se rió. —Agárrate Tenni. No es tan malo. Además, es la mejor manera de ver tu pequeño paquete de alegría tan temprano en el embarazo. Haré otra ecografía que sea menos invasiva cuando estés más avanzada — dijo mientras comenzó a insertar la sonda. —Ohhh, esto es desagradable — se retorció Tenni. Giró la cabe