Capítulo 5 : ¿Qué acabas de decir?

2176 Words
—¿Estás bromeando? —Niego, le entrego el documento y al empezarlo a leer veo como sus expresiones cambian —. ¿Cómo diablos firmaste sin verlo antes? —Estaba un poco tomada, no estaba para leer nada, solo firme pensando que se trataba de algún documento sobre una nueva negociación. —¿Te dijo él que se trataba de eso? —Niego. —Ni siquiera espere que me explicara, firme simplemente lo hice y no hay nada que pueda hacer. —¿Anularlo? —No puedo, tendría que indemnizarlo por una cantidad enorme que no tengo ni trabajando como burra. —Bueno tómalo por el lado positivo. —¿Cuál es el lado positivo? —Serás la esposa de un empresario exitoso, muchos ojos se pondrán sobre ti, se te abrirán puertas y cuando ese matrimonio termine podrás sacarle provecho a ello y disfrutarás de 5 millones que podrás gastar o invertir como quieras —Sonríe —. Además aquí dice que 15% de las acciones de la empresa serán puesta a tu nombre como beneficio , con esos 5 millones puedes agrandarlo y ser accionista de una gran empresa. "Ella tenía razón" Mi sueño siempre ha sido ser accionista de una gran empresa cómo lo es la constructora Ford, pero esta no era la manera, pero tampoco se le cuestiona a Dios como nos cumple las cosas ¿No? —Sólo espero poder con esto, no será fácil y menos cuando la empresa me vean comprometida y casada con el nuevo jefe. —Relájate, Alexander es un hombre muy atractivo, no se te hará difícil esta farsa. "Es lo que me preocupa" Suspiro, abro mi computador y empiezo a redactar lo que serán mis condiciones durante esta farsa. El domingo termina de pasar con tranquilidad, Fanny se marcha en la noche y ya cansada voy a mi cama a descansar... *** —Buenos días señorita Miranda —Mina me entrega mi café de todas las mañanas —. ¿Quiere que le diga su agenda de hoy? —Ahorita no, debo hablar con el señor Ford. Camino directo a su oficina, paso a un lado de su secretaria ignorando sus palabras y abro la puerta viéndolo sentado en su escritorio junto a la Castaña que la última vez me encontré justo aquí. "Esto debe ser una maldita broma" —¿Acaso no sabes tocar? —Espeta —. Deberías aprender a respetar la oficina de tu jefe estúpida. —Kenia... —No Alex, —Se levanta —. Debes ensenarle su lugar a esta tipa. —Tiene razón —Me acerco caminado a su escritorio —. Mi lugar aquí en su oficina ahora mismo no es como una empleada, si no como su prometida . —¿Qué acabas de decir? —Escupe asombrada y Alexander me mira curioso —. Alex, ¿Qué mentira dice esta tipa? Este suspira, se levanta de su silla y se coloca a mi lado enrollando su mano en mi cintura colocándome nerviosa. —No es ninguna mentira Kenia, ella es mi prometida y próximamente nos casaremos. —¿De qué mierda hablas? —Espeta furiosa —. Solo hace unas semanas cogimos y ahora me sales con que te vas a casar con esta tipa. "Vaya" —Alexander y yo estábamos dándonos un tiempo, lo que hizo en ese tiempo no afecta en nada nuestra relación — Miento y trato de no reírme —. Así que nada de lo que digas nos afectará y menos nuestra decisión de casarnos. —Kenia, es mejor que te marches —Musita tranquilo —. Como te dije hace un momento, no tenemos nada de que hablar. —Eres un imbécil Alexander. "En eso estamos de acuerdo" Toma su bolso y sale rápidamente cerrando la puerta de un portazo, me separo de el y niego tomando asiento donde se encontraba la castaña hace un rato. —Señor Ford, si vamos a llevar un matrimonio falso, al menos guárdeme respeto porque no pienso se el cotilleo de esta empresa ni de medio país. Toma asiento en su silla le extiendo la carpeta y la abre ojeandola. —Firme el contrato y como tal me haré responsable cumpliendo con lo acordado en el, pero estos son mis puntos y como tal pido se acepten y respeten. —No mostrarme en público de manera cariñosa con ninguna mujer —Asiento—. Mantener mis relaciones extramaritales de manera segura y privada —Asiento —. Mostrarme como un esposo cariño que respeta a su mujer —Asiento —. Y respetar su intimidad. Sisea lo último y asiento mirándolo fijamente. —Bien, aceptó y puedo cumplirlas,—Me mira serio —.Pero de la misma forma tú deberá aceptar las mías y respetarlas. —¿Cuáles serían? —Pregunto curiosa. —Dormiremos en la misma habitación como una pareja normal debido a que viviremos un tiempo en la casa de mis padres —¿Qué? —. Te comportarás como una novia, prometida y próximamente esposa amorosa , no puedes tener ninguna relación extramarital hasta que nuestro matrimonio acabe y haremos lo que sea para mantener nuestra farsa a flote frente a los demás. —¿A qué se refiere con lo que sea? —Si es necesario que la bese frente a mi familia o demás personas en público lo haremos, deben creer que estamos enamorados y para eso se necesitara muestras de afectos en público. "Maldita mi suerte" —Esta bien, acepto señor Ford —Le extiendo mi mano —. Tenemos un trato. —Hablaré nuevamente con mis abogados para redactar estas condiciones de ambas partes y firmarlas. —¿No confía en mi? —Me gusta el orden, tener todo completamente en ley para evitarnos malos entendidos luego. —Como usted diga . Me levanto de mi silla y camino a la salida. —Una última cosa Miranda —Me detengo al escucharlo llamar por mi nombre —. Empecemos a tutearnos, es lo más normal en una relación. —Esta bien Alexander, como tú digas. Sigo mi camino abandonando su oficina, voy hasta mi oficina y Mina empieza a leerme nuestra agenda de hoy. El día empieza a pasar con tranquilidad, luego de una junta rutinaria , me reúno con algunos clientes y reviso algunos documentos de ofertas pendientes. La puerta se abre entrando Peter que al verme me da una gran sonrisa. —Hola hermosa. —Hola —Es lo único que puedo responder —. ¿Cómo estás? —Bien, tuve un fin de semana relajante, hubiera sido mucho mejor si hubieras estado tú —Toma asiento frente a mi —. ¿Qué tal el tuyo? "Ni te imaginas" —Bien, bastante bien. —¿Sucede algo? —Me mira curioso —. Luces nerviosa. —Peter, debemos hablar sobre nosotros —Me mira serio —. Estoy saliendo con alguien y teniendo una relación formal. —¿Quién? Me debato entre soltar la bomba en este momento o esperar que Alexander lo haga público, suspiro y lo miro fijamente. —Por el momento no puedo decirte, pero por respeto debemos acabar esto que tenemos. —¿Por qué no me hablaste de que conociste a alguien?, se supone que nos tenemos confianza. —No pensé que termináramos teniendo una relación formal, las cosas simplemente se dieron Peter, lo siento. —Pensé que en algún momento me darías la oportunidad de formalizar algo contigo más allá del sexo. —Lo siento Peter, siempre te dije que lo nuestra era solo sexo casual. Sujeta el puente de su nariz, niega y se levanta de la silla suspirando. —Da igual Miranda, te deseo lo mejor y espero al menos que el afortunado te haga feliz. Me da una sonrisa triste y sale de mi oficina dejándome a solas. Siento mucho que Peter se haya hecho ilusiones, pero yo solo lo veía como un compañero del sexo el cuál sabía satisfacerme muy bien en la cama, pero nunca más allá de eso. La puerta vuelve abrirse, esta vez me encuentro con Alexander el cuál luce completamente serio. —¿Tienes planes para almorzar? —Pensaba hacerlo aquí. —Saldremos almorzar, necesitamos empezar a tener cercanía para que nuestra relación luzca verdadera y no se llevan una impresión cuando se anuncie nuestro compromiso. —¿Siempre calculas todo? —Absolutamente todo, me gusta que todo salga tal cuál lo tengo planeado. Ruedo los ojos, apago mi ordenador, tomo mi bolso y camino acercándome a él y saliendo de mi oficina. Tomamos el elevador, al bajar y salir de este coloca su mano sobre mi cintura generando una ola de calor. Miradas rápidamente se posan sobre nosotros y rápidamente se van al él levantar la mirada y observarlos a todo con aquella mirada helada y seria que lo caracteriza. Al salir me ayuda a subir a su auto y sube colocándolo en marcha. —¿No usas chofer? —Pregunto tratando de sacar plática. —Solo en ocasiones especiales o cuando estoy muy cansado, normalmente puedo manejar yo sin ningún impedimento. Unos minutos después llegamos al restaurante, me ayuda a bajar, coloca su mano en mi cintura y caminamos a la entrada. Un chico en la entrada nos da la bienvenida y nos guía a una mesa apartada en el segundo piso en el balcón con vista a la ciudad. Me ayuda a tomar asiento y toma asiento frente a mi. Él chico nos extiende a ambos la carta para pedir, yo me voy por una por una pasta fettuccine alfredo con pollo y el opta por lo mismo, pide una botella de vino y luego de unos segundos el chico la trae sirviéndonos una copa a ambos y marchándose. —¿Tienes familia? —Me pregunta sacando conversación. —Mi madre , mi hermana menor y Tomas mi padrastro —Tomo un sorbo de mi copa —. Mi padre murió en un accidente automovilístico cuando yo era una niña de meses, cuando cumplí 8 años mamá conoció a Tomas, al poco tiempo se casaron y tuvieron a mi hermana Astrid la cuál actualmente es una adolescente de 18 años. —¿Viven en esta ciudad? —Viven en Panamá, mi país de origen. —¿No eres estadounidense? —Niego. —Soy Panameña,pero mi padre si era estadounidense y por ende adquirí las dos nacionalidades. —¿Por qué te aventuraste a vivir sola en un país como este? —Tenía más oportunidades de destacar aquí , además era la ciudad de papá, el apartamento en el que vivo actualmente era de mi padre. El chico llega con la comida y nueva botella de vino llenando nuevamente nuestras copas, la deja a un lado de la mesa y se retira. —El señor Ford, ¿Cómo sigue él? —Papá esta mejor ya que la mayor parte del tiempo esta en reposo y sin el estrés de comandar la compañía y nuestras empresas. —Me alegra tanto por él, —Sonrió —. Ya era hora de descansar de tanto trabajo. —Así es, mañana habrá una cena y quiero que asistas conmigo. —¿Qué? —Asiente. —Te quiero presentar como mi novia ante mi familia, diremos que llevamos meses en una relación y que hemos decidido que ya es tiempo de hacerla pública. —¿Hace meses?, si apenas acabas de regresar. —De hecho no, estuve viniendo varias veces por tema de negocios, diremos que Fernando nos presento, salimos un par de veces y empezamos una relación que ahora decidimos formalizar. ¿Todo lo calcula tan fríamente? —¿Relación de meses? —Asiente —. ¡Claro! Y fui tu cornuda mientras estuviste con todas esas mujeres que salieron en la revista hace unos días. —¿Viste esa nota? —Medio país la vio, no quedaré como la cuernuda Alexander Ford. —Diremos que estuvimos separados ese tiempo y ahora que retomamos nuestra relación nos vamos a comprometer para sellar nuestra relación de forma seria. —¿Tienes una respuesta para todo? —Sugestiono y asiente. —No doy ningún paso en falso, todo lo calculó señorita Miranda. —Es usted un hombre frío, calculador y arrogante. —Estoy acostumbrado a escuchar esas palabras —Sonríe levemente —. ¿Lista? Se inclina frente a mi y sujeta mi mejilla colocándome nerviosa. —¿Para qué? —Para ser el cotilleo desde hoy en la prensa. —¿A qué se refiere? Humedece sus labios y se acerca tomando los míos en un beso húmedo, fogoso y profundo. Nos separamos por falta de aire, me mira fijamente, muerde sus labios y retoma su posición dejándome completamente sin aire. —Hay paparazzi fuera del restaurante tomando fotos a nuestra dirección, no podía desperdiciar esta oportunidad. Observo de reojo y logro ver a uno, suspiro y tomo un sorbo de vino. Esto acaba de empezar y me ha dejado mal, no quiero imaginarme lo que me espera alado de este hombre...
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