Soberbio, frío, arrogante, amargado y exigente.
Así suele describirme la gente normalmente y no me molesta, prefiero que te teman lo más que puedan porque cuando de trabajo se trata no tengo contemplación alguna si se comete un error o una injusticia.
Suele ser contradictorio a lo que la gente piensa de mi debido a mi manera de ser, pero si algo me ha enseñado mi padre es que jamás se debe ser injusto con los empleados porque eso habla mucho de nuestra honradez.
Observo sentado desde mi escritorio parte de los edificios frente a mi, mientras meneo en mi mano un lapicero contra la madera del escritorio haciéndolo sonar.
Finalmente estoy a cargo de las empresas y los negocios familiares, me estado preparando para esto hace muchos años y debo demostrar finalmente lo que puedo hacer.
La puerta de mi oficina abre, suspiro enormemente para tratar de mantener la calma.
—No me pongas esa cara, porque te conozco muy bien Alex Ford —Toma asiento frente a mi —. Si piensas que te vine a money estás equivocado.
—¿Entonces que vienes hacer?
—A invitarte a tomarnos un trago, es jueves y no te caería nada mal uno después de la semanita que hemos tenido.
—¿Hemos? —Asiente —. No entiendo porque dices hemos si el que ha estado en constante molestia y tensión he sido yo.
—Eso es normal en ti, siempre estás enojado y con ese porte tan frío y amargado —Lo fulmino con la mirada —. Pero yo estado en tensión debido a tu culpa.
—¿Mi culpa? —Asiente —. ¿Por qué mi culpa?
—Desde que pisaste esta empresa te has ensañado con Miranda y cada vez que tienen un roce termina en mi oficina desahogándose y diciendo las mil maneras que fantasea en estrangularte por idiota.
"Vaya"
—No tengo la culpa que no sea tan eficiente como papá y tú decían.
—No juegues con su paciencia Alex, Miranda aunque la vez así, tiene un carácter y en cualquier momento llegará a su límite te dirá todo lo que piensa de ti sin importar que la despidas .
—Que curioso, tiene carácter pero no pudo defenderse de ese idiota aquella vez .
—Te equivocas —Niega esbozando una sonrisa —. Intervenimos por caballerosidad, pero te aseguro que ella misma por su cuenta se hubiera defendido sin problemas, Miranda no es una damisela que necesita ser rescatada.
—Pues si no cumple con su deber o si me falta el respeto no dudaré en despe...
—Ni se te ocurra —Me interrumpe —. Hay si tú padre se enojaría y mucho.
—¿Por qué se enojaría?
—Miranda es nuestra mejor ejecutiva en el área de ventas desde que llego a esta empresa y la que ha logrado conseguirnos los mejores clientes, si ella de va muchos son los clientes que se irían detrás de ella así que eso la convierte en la protegida de tu padre.
"Vaya mierda"
La Señorita Sánchez desde el primer momento que la vi causo mucha curiosidad en mi, luego por cosas de la vida encontrármela en el mismo gimnasio que asisto me impresiono y también casi me provoca una erección verla infundada en aquel pantalón deportivo que hacía resaltar su hermoso y levantado trasero, piernas gruesas y hermosa cadera y cinturilla.
Ni se diga del top deportivo que dejaba a la vista sus hermosos pechos, daban la sensación de querer apretarlos y aquel lunar a un costado de su seno derecho solo me hizo calentarme más.
—Alex, ¿Me estás escuchando?
La voz de Alex me saca de mis pensamientos haciéndome ladear la cabeza, suspirar y salir de mis pensamientos.
—Estaba sumergido en mis pensamientos, lo siento ¿Qué decías?
—Trata de llevar la fiesta en paz con Miranda, por favor no robes su paz, de lo contrario al que terminará tirando de este edificio será a mi .
¿Por qué no hacerlo? Puedo tratar de solucionar las cosas y quizás en una de esas caiga en mis encantos y termine follándomela .
—Lo intentaré pero no prometo nada.
—Bien, y para empezar a llevar la fiesta en paz —Se levanta y sonríe —. Mañana haré una reunión en mi penthouse y espero realmente que asistas.
—¿Y qué tiene que ver la señorita Sánchez con eso?
—Ella también asistirá, me lo acabo de prometer —Sonríe ladinamente —. Nos vemos señor amargado, tengo trabajo por hacer.
—¿Enserio?, pensé que se te pagaba por molestarme y no dejarme trabajar.
—Quizás debería empezar a cobrar un sueldo por eso —Ríe —. Nos vemos amigo.
Sale de mi oficina y niego retomando mi trabajo para no seguir atrasándome.
El tiempo pasa tan rápido que bostezo y al observar por la ventanal de cristal el sol ya se ha ocultado y a oscurecido por completo.
Recojo todo los papeles sobre mi escritorio, apago el monitor y tomo mi saco y salgo encontrándome con el pasillo casi a oscuras.
Cuando estoy por caminar al elevador, escucho el sonido de unos tacones resonar sobre el piso, me detengo y sonrió internamente al ver a la señorita Sánchez en un hermoso vestido rojo pegado a su cuerpo que resalta muy bien sus hermosas curvas.
Al levantar la mirada y verme en medio de la oscuridad a mitad del pasillo le hace dar un brinco.
—¡Mierda!, señor Ford,—Lleva la mano a su pecho—. ¿Acaso quiere matarme?
No puedo evitar esbozar una sonrisa , introduzco mis manos izquierda sobre el bolsillo de mi pantalón y camino acercándome a ella .
—No tengo razón alguna para hacerlo señorita —Creo que estoy muy cerca porque empiezo a notar su nerviosismo al ver su pecho subir y bajar rápidamente —. Es más quería verla para hablar con usted.
Se aclara la garganta y retrocede.
—No veo de qué...¿Quiere ponerme a buscarle algún informe a esta hora? —Niego —. ¿Entonces?
—No me he comportado con usted de la mejor manera, así qué quiero que empecemos cero nuestra relación .
—¿Re, relación? —Balbucea haciéndome sonreír —. ¿Qué relación?
—La laboral señorita, ¿A cuál más me puedo referir?
Veo como mueve su pierna derecha sin poder dejarla quieta y parece estar más nerviosa de lo que parece.
—Si, no tengo problemas con eso —Vuelve aclarar su garganta —. Si me disculpa, ya se me hizo tarde, hasta mañana señor Ford.
Se marcha caminando al elevador, me giro y mi mirada cae en su hermoso trasero el cuál en ese traje resalta muy bien.
El elevador abre sus puertas, sube y antes de que esta cierre camino subiendo a él también. La bajada en el elevador es silenciosa hasta que mi móvil suena.
Al sacarlo veo que Kenia llama, lo coloco en modo avión ignorando su llamada y vuelvo a guardarlo dentro de mi bolsillo.
Al salir del lobby nos despide uno de los seguridad, la veo caminar a su auto y subir en él para salir rápidamente.
Subo a mi auto y conduzco con la tranquilidad de la noche hasta llegar a casa; suspiro entrando a la casa encontrándome las luces apagadas, excepto una. La de la lámpara a una esquina de la sala en la cuál se encuentra mi mamá leyendo un libro.
—Llegas tarde hijo, se supone que no dejarías que el trabajo te consumiera.
—Lo siento madre, perdí la noción del tiempo revisando la información sobre un nuevo proyecto.
—¿Quieres que ordene te lleven de comer a tu habitación?
—No hace falta , ¿Mi padre?
—Se encuentra en la habitación , me pidió que te dijera que necesita hablar contigo antes de irse a dormir.
—¿Sabes de qué se trata?
—No lo sé hijo —Me sonríe —. Quizás sea algo de la empresa.
—Está bien madre, iré a verlo antes de irme descansar.
Regresa a su puesto para retomar su lectura, subo las escaleras y voy hacía su habitación encontrándolo en la cama leyendo un pequeño libro.
—Papá, ¿Deseabas hablar conmigo?
—Pasa y toma asiento hijo.
Me señala la silla a un lado de su cama, tomo asiento en ella y veo su mirada seria.
—¿Has visto los encabezados de la páginas de los periódicos?
—Si , me he dado cuenta que soy la nueva noticia.
—En las de finanzas eres el nuevo CEO de mis empresas con gran futuro en los negocios por tus reconocimientos internacionales e inteligencia, pero en las de chisme eres el nuevo CEO mujeriego y rompecorazones.
"Oh no"
—Sólo son páginas que tratan de vender a costas de mentiras .
—¿Entonces esta recopilación de fotos con diferentes chicas son mentiras?
Abre una revista enseñándome varías fotos en las que salgo muy comprometedor con al menos quince de mis conquistas estos últimos dos meses .
—Eso fue antes de tomar el control de las empresas y la fortuna padre —Carraspeo —. Te prometo que eso quedo en el pasado.
—Pero es la imagen que das y como CEO de empresas tan importantes no es lo adecuado, por eso he tomado una decisión.
—¿Qué decisión padre?
—Tienes dos meses para casarte con la noviecita o lo que sea que tengas de turno en estos momentos, de lo contrario te retiraré del puesto y se lo entregaré al esposo de tu hermana al igual que el manejo de la fortuna familiar.
—¿Qué? , es una completa locura lo que me pides papá —Me levanto ofuscado —. Casarme no esta en mis planes, al menos no aún. Además el marido de Mary es un idiota no puedes hablar enserio de poner a ese cretino al mando.
—Pues ya sabes que hacer, es mi última palabra Alexander.
***
—¿Hablas enserio? —Asiento —. Creo que tu padre ha enloquecido.
—Pues eso piensa mamá igual, aunque ella al igual que el piensa que ya debo sentar cabeza y casarme.
—¿Y con quién te vas a casar? , oh bueno al menos tienes muchas para elegir —Abre la revista frente a mi —. ¿A cuál escogerás?
—No seas idiota —Retiro de mala forma la revista de su mano aventándola al suelo —. Solo han sido sexo casual, no pienso cometer el error de casarme con ninguna.
—Entonces ve pensando muy bien con cuál te casarás o de lo contrario tu cuñado será el que ocupe esa silla muy pronto.
Se levanta saliendo de mi oficina dejándome con la cabeza hecha un lío y la sensación de que he perdido, una sensación que no me gusta porque yo nunca pierdo.
—¿Señor? —Levanto la mirada al escuchar la voz de la señorita Sánchez —. Disculpe, Fernando iba saliendo y me dejo pasar.
La veo infundada en un hermoso traje azul eléctrico, zapatos negros y un blazers del mismo color , mientras su cabello esta recogido en un moño algo, maquillaje elegante y labios color rojo que los hacen ver más gruesos.
—¿Señor Ford?
Me aclaro la garganta retomando mi postura, ella se acerca y me entrega una carpeta.
—Es la información respecto a los posibles nuevos clientes y proyectos; puede revisarla y luego decirme que decide la empresa.
—Esta bien, gracias.
Se da la media vuelta y es cuando en mi cabeza una descabellada idea se me cruza por la cabeza haciéndome sonreír ladinamente.
—Señorita Sánchez —Se detiene y gira mirando a mi dirección —. ¿Asistirá usted a la reunión que hará esta noche Fernando?
—Le prometí que asistiría y así lo haré, suelo cumplir lo que prometo.
"Vaya"
—Espero disfrute su velada señorita.
—¿No asistirá? —Pregunta de golpe y por su gesto pareciera que se arrepiente de preguntar —. Lo siento señor, eso fue muy atrevido de mi parte.
—No se preocupe, si mi tiempo y mis obligaciones me lo permiten quizás si asista, pero creo que eso no será posible.
Asiente y sale de la oficina a pasos rápidos dejándome ver su hermoso y contorneado trasero.
Usted señorita Sánchez me ha dado una muy buena y sexy idea para salir de este embrollo que quiere causarme mi padre...