Habían pasado semanas desde que Nora comenzó a trabajar con pasión y dedicación en el hotel. Cada día se esmeraba al máximo para ofrecer lo mejor de sí misma en todas las tareas que realizaba en la cocina. A pesar de haber asistido solo a unas cuantas clases, había sido capaz de adquirir un vasto conocimiento culinario. Su empeño no había pasado desapercibido para sus compañeros y superiores, quienes habían reconocido el compromiso y la entrega que Nora mostraba a diario junto al Chef. Finalmente, había llegado el día tan esperado, el evento anual que se celebraba en el hotel. Todos se encontraban inmersos en los preparativos finales en el lujoso salón donde tendría lugar la magnífica celebración. El ambiente estaba impregnado de una energía frenética y emocionante. En medio de la vorági