Jack guió a Serafina bajo la sombra de un frondoso árbol, no se había tragado el cuento de la señora Poms y de Regina, por lo que, decidió investigar por su cuenta y, de paso, aprovechar la oportunidad para conversar con la joven doncella, con un poco más de privacidad. Serafina le atraía de una manera que no lo había hecho otra mujer. —¿Qué pasa, Jack? —preguntó al sentir la mano del hombre sobre su brazo. —Me gustaría preguntarle si sabe lo que ha ocurrido en la cocina entre la señora Poms y Regina. Serafina abrió los ojos. Sabía que Regina no era la persona favorita de la señora Poms y, que a su señora no le había ido de la mejor forma en la cocina, pero si Jack estaba preguntando, era porque algo más había pasado. —¿Qué ha pasado entre ellas? ¿La señora Poms le ha hecho algo a mi