Narra Amanda. Eran las 9:30 pm, mi jefe me mando a llamar a su despacho, toqué e ingresé tímidamente, él me dijo que pasara y tomará asiento, y eso hice exactamente. Estaba frente a él un tanto nerviosa. Luego me ofreció un whisky con hielo, él también se sirvió otro y después se sentó frente a mí, tomó un sorbo y se preparó hablar. —Señorita Smith —suspiró. Sentía que estaba en la oficina del director a punto de ser expulsada de la escuela—.No creo que esto vaya a funcionar— dijo con calma, cortando mis pensamientos en dos. Él movió la cabeza sutilmente—.Lo siento, solo... —¿Esto es sobre esta mañana?—lo interrumpí. —Señorita, trato con mentirosos y ladrones todo el día en mí empresa y en la política, no tengo la energía para tener a alguien viviendo bajo mi techo en quien no confío —