— Espera un minuto… ¿Tú…? ¡¿Tú me estás dejando?! — Voceo Rosalyn, sorprendida. — No, no te estoy dejando, Rosalyn, eso es lo que quiero que entiendas, no estamos en una relación, no somos novios, ni lo fuimos… — Intentó explicar Albert, nuevamente. — Pe… ¡Pero hemos estado saliendo! — Se quejó Rosalyn. — Sí, salimos algunas veces, como amigos, para conocernos… — Pero nuestros padres… — Aquí no hay nada arreglado, Rosalyn, no hay matrimonio, ni una relación impuestas por nuestros padres, ellos solo quisieron que nos conociéramos, eso es todo… — Contó Albert con toda la paciencia que pudo. — Pero es que era obvio, Albert, nadie tenía que ordenarlo porque era lo lógico, se supondría que saldríamos, anunciaríamos nuestra relación, nos comprometeríamos y terminaríamos casados… — Explicó