CapÃtulo 7. ¡No arruinaré nada, nadie tiene por qué enterarse!
949 Words
Camelia, no tuvo más remedio que salir de allÃ.
En cuanto salió vio al hombre parado en una esquina, con el teléfono en la mano, el cuerpo de la chica tembló y él al verla se dirigió hacia ella, mientras colgaba.
—¿Qué sucedió?
—Como si te importara, Diego, ¿que te hice?¿por qué no nos dejas en paz?
—Porque simplemente no puedo dejarte ir.
Camelia esbozó una sonrisa incrédula.
—¿Qué te hizo Josef, para que le hayas hecho esto?
—No preguntes, ya está hecho.
—¡Eres un desgraciado!
Camelia lo empujó y caminó hacia la habitación de su madre pero él la siguió, la sujeto de su mano, con fuerza la devolvió quedando frente a frente, él levantó su mano y la agarró de su cabello obligándola a mirarlo.
—¿Ya pensaste en lo que te dije?
Al escuchar su pregunta apretó su mandÃbula y frunció el ceño.
—¿Cómo crees que voy a hacer eso?¿Acaso estás loco?¿Estás empeñado en arruinar mi vida?
Ella bajó su voz para que su madre no escuchara, y sin esperarlo él la sujetó de nuevo con fuerza y la besó.
La chica lo empujó, levantó su mano y lo abofeteó.
Al sentir el dolor en su mejilla frunció el ceño y volvió a acercarse a ella, la sujetó por la cabeza y la besó de nuevo ejerciendo más fuerza, la chica lo mordió y él la soltó enseguida, pero levantó su mano y la abofeteó.
Camelia llevó su mano cubriendo su mejilla, atónita lo miró.
—¡No te acerques más a mi… ya déjanos en paz por favor!
Ella dio dos pasos atrás.
—Nunca Cami, nunca te dejaré en paz, solo espera a que me case con Hanna, estaré mas contigo que con ella, te lo juro.
—¿Te estas escuchando Diego? Arruinaras mi vida.
—No arruinaré nada, nadie tiene por qué enterarse.
—¡Idiota!
—Cami.
Se acercó a ella sujetándola por el antebrazo obligándola a mirarlo de nuevo.
—Nunca pensé, que nos harÃas esto.
—Solo quiero que seas mi amante.
Al minuto siguiente Diego la soltó al sentir un golpe en la cabeza y las luces se encendieron.
—¡Qué desgraciado eres!
—¡Mamá!
Camelia se acercó a ella a toda prisa.
—¡Maldita vieja loca!
se tocó la zona donde habÃa recibido el golpe y afortunadamente para él no tenÃa sangrado.
—¡Eres un desgraciado, mal nacido, todo lo que hicimos por ti y asà nos pagas!
La mujer comenzó a toser descontroladamente.
—Mamá, tranquila, tranquila…
Ayudando a su madre la llevó a la camilla de nuevo, le dio un vaso con agua y eso la tranquilizó un poco, volvió a ver al hombre y lo señaló con rabia. —¡Deja a mis hijos en paz o conocerás la furia de una madre!
—Ya nos veremos de nuevo Cami.
—¡Si no los dejas en paz, te estaremos esperando malnacido!
Salió despavorido del lugar con tanta rabia que estaba a punto de explotar.
—Mamá, por favor tranquilÃzate.
La mujer miró a su hija y esbozó una sonrisa.
—Hija, por favor… prometeme que pase lo que pase, no permitirás que este hombre te lastime y no aceptarás lo que te pide… ni siquiera por tu hermano.
La chica miró a su madre con tristeza y negó con la cabeza mientras aguantaba las ganas de llorar, su madre al ver su rostro; vio el labio herido de su hija.
—Es un desgraciado.
tocó la herida de la muchacha y frunció el ceño. —¿Te duele?
—Solo un poco, no te preocupes; estaré bien, pero gracias a Dios estás despierta.
—Desperté a tiempo para detenerlo, tenÃa muchas ganas de verlo y golpearlo.
Camelia soltó una carcajada pero se detuvo al sentir dolor.
—¡Ouch!
—Aw, mi pobre niña.
Las dos mujeres se abrazaron con fuerza, La mujer sujetó a su hija y la llevó a su regazo para que descansara.
*
El timbre de un móvil, despertó a la joven; ella se removió en el lugar y miró a su madre aún dormida.
Estiró su mano y levantó el celular, mientras se sentaba.
Al minuto siguiente frunció el ceño al ver un mensaje en la pantalla que decÃa.
“Si sigues haciéndome enojar, él lo pagará todo” Camelia se cubrió su boca ahogando sus sollozos.
En las imágenes dos hombres golpeaban a Josef, con tanta fuerza que hicieron que el joven vomitara sangre.
¡No!
Ella no soportó más y escribió.
¡Está bien, haré lo que me pidas, por favor haz que paren y que me dejen verlo!
El tipo se encontraba en su oficina y sonrió triunfante.
- Writer
