Capítulo 10. ¡Estoy en el hospital gracias a ti!

862 Words
La joven abrazó a su madre, mientras que la mujer miraba al hombre que la acompañaba. Frunciendo el ceño preguntó: —¿Eres… tú eres… Blake Williams? El hombre esbozó una sonrisa y la saludó con cortesía. —Un gusto conocerla. —Igualmente muchacho, muchas gracias por ayudar a mi hija. —No es nada. El timbre de su celular, llamó su atención así que contestó, después de terminar, salió del lugar al despedirse. Camelia deseaba no volver a verlo, pero sabía que era el único que podría ayudarla. A las 9 de la noche su celular trono en la habitación ella lo revisó y frunciendo el ceño contestó. —¿Qué? —Te he estado esperando. ¿Dónde estás? la voz de Diego, sonó del otro lado de la línea con desprecio. —Estoy. en el hospital. gracias a ti. —¿Qué te sucedió? —¿De verdad te importa? —Dime. —Un cuadro viral, Diego, déjame en paz. ella colgó la llamada. Dos días después, las dos mujeres salieron de la clínica. Al llegar a la villa, Camelia llamó a su amiga y le contó lo sucedido, pero esta última había investigado un poco acerca de lo que hacía el hombre, solo que decidió ocultarlo y la joven decidió ocultarle lo sucedido con Blake. —Cami, Lo siento por no llamarte en estos días, he estado investigando para ayudarte un poco, necesito despejarme… vamos el domingo en la mañana a la montaña con eso te despejas un poco también, será temprano en la mañana no lo olvides. —¡¿Qué?!… Leah, no tengo tiempo para ir a una montaña. —Escucha, harás ejercicios y eso te hará mejor. —Leah, estás loca, no puedo correr; ni mucho menos caminar ni una cuadra. —Pues prepárate porque lo harás. ¡Mierda! expresó con enojo. —No Leah… la llamada terminó. —Que molesta eres Leah —ella subió a su habitación y, al entrar volvió a sonar su móvil. El identificador de llamadas mostró un número y ella rodó sus ojos al reconocerlo. —¿Qué? —¿Por qué contestas así? se escucha la carcajada del hombre del otro lado de la línea. —Porque estoy desesperada, ya no quiero escuchar nunca más tu voz. —¿No me extrañas? —Puff... tu y yo ya no somos nada. —Bueno iré al grano, quiero que vayas mañana viernes conmigo a una reunión, por qué mi bella mujer no puede ir, quiero que seas mi acompañante. —¡Eres imbécil, no soy tu dama de compañía! —¡Lo serás si quieres que saque a tu hermano de la cárcel! Camelia cerró los ojos al escucharlo, no podía creer lo que este hombre le estaba pidiendo, pero por su hermano lo haría y Blake aun no le decía si la ayudaría o no, así que no tuvo más remedio que aceptar. —Bien, solo... Intentó decirle a este hombre que no quería que la tocara en presencia de los que estuvieran allí, pero él la interrumpió. —7:10 Club Tornado, en la sala VIP 333. colgó la llamada y la muchacha se golpeó con el celular en la frente. ¡Maldito! * A las 7 de la noche la joven llego y entro al lugar sin ningún contratiempo, ella se veía completamente hermosa, su cabello en ondas que cubrían sus hombros la hacían lucir majestuosa y pura, unos jeans ajustado a su cuerpo, una blusa con escote en su espalda y tacones de 8 cm, camino hasta la habitación que le dijo él, abrió la puerta y la mirada de los 5 hombres y las 4 mujeres que estaban allí se dirigieron hacia la puerta. —¡Cami, llegaste, que puntual! exclamó Diego al ver a la chica y al verla mejor quedo sin palabras. —¡Ella es muy hermosa! Camelia intentó esbozar una sonrisa, pero rápidamente se borró al ver a un hombre que la miraba fijamente, tenía a una chica joven acariciando su brazo. Diego, se acercó a ella y la abrazó por la cintura. Sintiéndose incómoda caminó lentamente y se sentó donde le indico él, había quedado justo al lado de Blake. —Chicos ella es Camelia Miller. ¿les había contado que ella es artista? —¡Cómo no, si siempre hablabas de ella!
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