Mientras Rafael estaba conversando con Sabrina allí en el restaurante del lugar, no se le pasó por alto en preguntarle: —¿Disculpe señorita Sabrina y porque usted no se ha buscado un buen abogado? Usted tiene muchas pruebas a su favor… su padre acababa de salir de una Hemodiálisis renal, por lo tanto al salir de allí estaba débil y también no tiene ningún corte en sus brazos y manos, creo que con todas esas cosas a su favor, podría ganar el juicio. Sabrina terminándose de beber la sopa le respondió con algo de desanimo: —Claro que si lo pensé, pero es que el abogado de nuestra familia está de año sabático y ahora es difícil contactarlo —suspiró —. Él sería el único que me ayudaría en estos momentos pero para mí mala suerte no está… y contratar a un abogado contra los Dónovan que tienen