¡Nathan tiene un plan con la pobre Sabrina!

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Hace dos años atrás…  En una fiesta de beneficencia en Los Hamptons, estaba toda la elite de Nueva York presente en ese lugar. Ninguna de las familias multimillonarias se perdía esa fiesta, por lo que tanto los Donovan como los Morgan estaban ahí presentes en ese evento tan importante el cual lo hacían todos los años en el día de acción de gracias. Sabrina Morgan, de veinte años quien era la única hija de Bob Morgan fue de acompañante con su padre a dicha reunión por primera vez, ya que la empresa de ellos como se había levantado en gran manera por ese año, fue unida al circulo social de la elite de los empresarios de Nueva York. La empresa de los Morgan tenía mucho tiempo, ya que el señor Bob la había fundado en 1970, pero siempre fue una empresa textil sin mucho auge, en comparación como la de los Donovan llamada Fabric Castle. Sin embargo, en el año 2018 la empresa dio un giro rotundo y todo gracias a Sabrina Morgan la joven hija del señor Bob, quien se había graduado de la Universidad con honores como diseñadora de modas. El nombre de la empresa fue cambiado en aquel mismo año y pasó de Surden Fabric a Morgan & Morgan, debido a que el señor Bob junto con su inteligente hija se unieron para trabajar unidos diseñando y vendiendo telas las cuales eran teñidas artesanalmente. Sabrina quien a pesar de ser joven era una chica muy madura y siempre estuvo dispuesta a ser una empresaria como lo era su padre. Entonces, una vez la muchacha con su mejor amiga, viajaron alrededor del mundo buscando distintos patrones y diseños para la empresa, pero desde hace mucho tiempo estando en la biblioteca de la universidad, vio un libro muy antiguo en donde decía que había un insecto que cuando lo pulverizaban o trituraban botaba una tinta muy poderosa, pero estaba en un país al norte de Latinoamérica. Aquel país era Surinam, ubicado entre Guyana y la Guyana francesa al sur con Brasil, donde había una tribu la cual hablaba hindi como la mejor amiga de Sabrina llamada Lashmi quien era de origen hindú. Entonces, Sabrina al ver eso aprovechó esto de la barrera del idioma con Lashmi, y muy alegre vio la oportunidad junto con ella de poder comunicarse con la tribu para saber de este dicho insecto. El insecto que las chicas buscaban se llamaba Kinchiya y se daba en varios arbustos de esa zona el cual al aplastarlo destilaba distintos tipos de tinturas de todos colores según el tiempo o la edad de aquel pequeño bicho. Entonces, la rubia se ofreció junto con su padre a ayudar aquella pequeña tribu más o menos olvidada por los gobernantes de Surinam, con alimentos y estudios para los pequeños, a cambio que le enseñaran las técnicas de teñido con aquellos insectos la cual era muy común en los años 1800. Hoy en día ya ese tipo de teñido no se hace, porque ya es de manera artificial y más práctica. No obstante, la tribu aceptó y ellos muy contentos por la ayuda de los Morgan, le enseñaron a ella y a su mejor amiga Lashmi, las técnicas de teñido de las telas con ese insecto, que se daba en superabundancia en ese lugar. Es por eso, que los colores de las telas de la fábrica de Morgan & Morgan, se volvieron sin igual en el mercado ya que no eran para nada sintéticos; cosa que resultó como competencia para los Donovan, quienes a pesar de ser la compañía número uno a nivel mundial, estaban bajando un poco sus ventas gracias a la pequeña empresa de los Morgan, cosa de la cual no estaban muy contentos. También, parte de la fama de la compañía de Sabrina, era que como las telas eran teñidas de manera natural no eran para nada alérgica a las pieles sensibles, por lo que se corría la voz y los diseñadores de ropa tanto de clase baja como de clases altas, hacían que las telas de los Morgan se agotaran de manera muy veloz. A raíz de esto Dónatela Versace de la casa de modas Versace, usaba algunas de las telas de los Morgan para hacer varios de sus diseños por lo hermosos y vivaces que eran los colores de las telas de esa compañía, cosa que se ajustaba perfectamente a la casa de modas Versace. En aquel tiempo, a raíz de eso, los Morgan se unieron a la esfera social de la elite de Nueva York, junto con Donatella Versace como amiga. No obstante en aquella velada, el señor Morgan se fue junto con la rubia Donatella para conversar con otros diseñadores, y Sabrina quien quería divertirse un poco, se fue a una mesa a conversar con su amiga Lashmi, la cual también era de la elite de Nueva York. Entonces, en esa velada, mientras las dos chicas estaban conversando amenamente en una de las mesas, ven llegar al apuesto Nathan Donovan caminando elegantemente junto con su hermano. Cabe destacar, que Sabrina como siempre estaba de viaje, y pendiente de la empresa no conocía mucho a los Dónovan; ella escuchaba de ellos, pero en su mente estaba que eran un par de viejos ricos en sus 60 años así como su padre, por lo que, no le prestaba atención en conocerlos o saber de ellos. No obstante, la joven al ver entrar aquel hombre tan varonil y gallardo no pudo negar que quedó alucinada con su porte y elegancia masculina. Así que, muy curiosa le preguntó a su amiga lo siguiente: —Oye Lashmi, ¿Quién es aquel hombre guapo que entró? Lashmi le dio un sorbo a una de las copas de champan y poniendo su mirada en Nathan, viéndolo también con deseo le dijo a Sabrina: —¿Cómo que quien es? ¿No sabes quién es él? Sabrina quien era primera vez que lo veía le respondió: —No, la verdad que no se quien es. ¿Por qué todos los saludan como si fuera una celebridad? Lashmi en ese instante, suelta una risilla burlona y le dice: —Sabri por favor. Esa es tu competencia, Nathan Donovan, el hijo de Martin Donovan dueño de Fabric Castle. Él es el copropietario de esa empresa multimillonaria y por eso es que todos lo adulan tanto. Si no lo sabías, es uno de los solteros más codiciados del momento porque se divorció de la actriz Jessica River, según ella no supo manejar su carácter muy fuerte, eso lo dijo en una entrevista. Tiene 31 años y es signo escorpio, según lo que dice Wikipedia, y gracias a su divorcio ahora es el hombre solicitado hasta ahora, ¿Puedes creer? me sorprende que no sepas nada de él. Sabrina, entusiasmada por aquel rubio, mirándolo intensamente le responde a su mejor amiga: —¡Vaya, me lleva nueve años, pero es demasiado guapo; yo creía que los Dónovan eran más mayores y algo feos pero resulta que son todo lo contrario. Ese hombre es precioso! La joven Sabrina quien quedó cautivada por Nathan, no le quitó la mirada de encima gracias a su s*x-appeal y esa seriedad que lo hacía ver muy interesante. Tanto los diseñadores como los presentes lo adulaban, por lo cual, la dueña de la fiesta: Donatella Versace, no se negó en llamarlo para que se sentara junto a la mesa con los demás diseñadores y otros empresarios de gran renombre porque quería que todos estuvieran reunidos para darles un gran anuncio. Sin embargo, la famosa rubia quien se había hecho muy amiga de los Morgan miró a Bob y le preguntó: —Oye, ¿Por qué la pequeña Sabrina no está con nosotros? Bob se levantó de la mesa, miró hacia ambos lados de la fiesta, y vio que su hija estaba en aquella mesa con Lashmi y de un grito la llamó para que se fuera a sentar con ellos, y la joven atendiendo a su llamado, enseguida fue hacia aquella mesa. No obstante, da la casualidad, que el único asiento que quedaba libre estaba al lado de Nathan, por lo que, Sabrina al acercarse más y ver que se iba a sentar junto con él, se puso muy nerviosa. «¡Oh, Dios mío, creo que me voy a sentar al lado de Nathan Donovan!» pensó la chica disimulando sus nervios. Entonces, ella con el corazón acelerado se sentó al lado de Nathan, el cual la miró sin darle mucho interés. Sabrina bajó su mirada un tanto nerviosa, dio un suspiro y con mucha valentía se atrevió a decirle mirándolo por unos segundos: —Hola, disculpe, ¿le puede entregar este teléfono al señor Morgan? Nathan, mirándola con desinterés, tomó el teléfono y se lo dio al señor, a quien quería conocer, porque ahora de la noche a la mañana era su competencia. —Tome señor Morgan, la jovencita quiere darle ese teléfono. —Le sonrió de manera fingida y acercó su rostro hacia él — Que bueno que nos sentaron juntos, de verdad vine a esta velada en representación de mi padre para conocerlo cara a cara ya que se han vuelto una muy buena empresa últimamente. El señor Morgan le sonrió amablemente y le dijo: —Oh, muchas gracias. Es un honor también conocerlo señor Donovan y pues sí, la empresa ha dado un giro muy rotundo en estos dos años, pero todo gracias a la mente maestra detrás de este éxito quien es mi hija. Nathan, haciéndole una sonrisa fingida al señor Morgan le contestó: —¿Y dónde está la mente maestra señor Bob? El señor con una de sus manos señala a Sabrina y le dice: —Está al lado de usted señor Donovan. Ella es mi hija Sabrina, la futura dueña absoluta de la empresa. Nathan bajó su mirada hacia la chica y no pudo creer que esa jovencita, fuera la segunda Morgan en la empresa Morgan & Morgan. Él rubio en aquella ocasión, se imaginaba a alguien mayor o viejo como el señor Bob. Entonces, Sabrina quien estaba escuchando toda la conversación, con el corazón acelerado subió la mirada hacia Nathan, extendió su mano y cautivada por la hermosura del hombre le dijo: —¡Hola señor Dónovan, me llamo Sabrina! El rubio le dio la mano, y a su vez se quedó pasmado, de cómo esa tierna chica estaba detrás del éxito de las telas de aquella empresa. Tiempo actual, 13 de agosto de 2020, el día de la muerte del señor Martin Donovan … Nathan al escuchar las palabras de Sabrina, de que se entregaría ella por su padre, se llenó más de ira, y luego en voz alta le preguntó: —¿Te vas a entregar tu a la cárcel y harás lo que sea? Sabrina con sus ojos llenos de lágrimas tocándose su rostro de la gran cachetada que le dio Nathan le respondió: —¡Si, haré lo que sea señor Donovan. Me entregaré yo a la cárcel en vez de mi padre! En ese momento, Nathan, a quien su hermano Jacob y el doctor lo tenían sujetado para que no le hiciera más daño a Sabrina, al escuchar las palabras de la chica, se soltó fuertemente como una bestia del agarre de los hombres y aprovechando que la jovencita estaba arrodillada ante él, con una de sus piernas la empujó de manera brusca, haciendo que ella cayera de espaldas hacia el suelo cegado de la ira que aún sentía por el asesinato. El agente policial fue directo hasta donde estaba Sabrina, la levantó del suelo y tanto el medico como Jacob su hermano, tuvieron que sujetar al hombre de nuevo con mucha fuerza para que se calmara un poco. Entonces, el policía mirándolo con algo de enojo por como maltrataba a la chica, encaró al hombre y le dijo: —Señor Donovan, se que usted es multimillonario, pero si sigue golpeando a la señorita lo voy a tener que procesar así que le pido que por favor no complique más las cosas. Sé que usted está muy mal por lo de la muerte de su padre, pero le agradezco que se calme. Enseguida el medico se mete en la conversación y le dice: Oigan, sé que tienen muchos problemas por resolver, pero les pido de ante mano que por favor lo hagan alejados del hospital, tengan consideración con los otros pacientes. ¡Guardias llévense a este hombre! Su hermano quien lo sostenía también lo regañó diciéndole: —Nathan el doctor tiene razón, no resolvamos los problemas aquí. Por lo menos ya sabemos quien es el asesino. Vámonos a casa, descansemos un poco y pensemos en el funeral que le haremos a papá. Ven vámonos. —Lo haló fuertemente. Sin embargo, Nathan, quien era un hombre muy orgulloso y prepotente, no le importó ni un comino las palabras de los hombres en aquel momento, ya que él lo único que quería era vengar la muerte de su padre y hacer pagar cueste lo que cueste al culpable. El rubio, quien siempre fue un hombre de comportamiento intachable y muy balanceado, esa noche estaba como loco; ya que su padre era todo para él después de la muerte de su madre. Entonces, con la respiración agitada, y los ojos casi que inyectados en sangre de la furia que sentía, le gritó a la pobre Sabrina quien había sido golpeada dos veces por él: —¡Maldita!, tu padre va a pagar lo que hizo. Moveré cielo y tierra para arruinarlos a ustedes y hacer que él se muera en la cárcel! —La apuntaba con su dedo índice apretando los dientes. En ese instante, su hermano, junto con el medico y los guardias de seguridad sacaron al hombre del hospital, para que no le hiciera más daño a la pobre Sabrina ya que le gritaba cosas muy fuertes y denigrantes a la chica de la rabia, cuando se acordaba que su padre fue acuchillado de manera tan brutal, aparentemente por el señor Morgan. Entonces, la rubia, solitaria y atemorizada viendo aquel iracundo hombre, lloraba del miedo y también del dolor por toda la situación que estaba pasando ya que el futuro era un tanto incierto. No obstante, ella estaba dispuesta hacer lo que sea para probarle ante todos que su padre era inocente de aquel asesinato y que quizá fue una trampa que alguien le tejió. Así pues, el agente el cual sentía un poco de pena por Sabrina ayudándola a levantar del suelo le dijo: —No sabia que el hijo del señor Donovan actuaria de esa manera señorita Morgan. Mire su rostro se está hinchando, debemos decirles a las enfermeras que le traigan algo de hielo para que no se ponga peor. Sabrina sonándose la nariz y tocándose la mejilla adolorida le responde al agente con cara de melancolía: —Muchas gracias señor Agente. Pero bueno, por un lado entiendo al señor Morgan que hizo lo que hizo. Él cree que mi papá mató al señor Martin cuando yo se que no lo hizo. Meto las manos al fuego por mi padre. Y como le dije voy a ir presa por él no importando lo que me pase en esa cárcel. Lo único que quiero es que él esté bien y que pueda hacerse sus tratamientos renales. Cabe destacar, que el medico junto con las enfermeras después de que se fue el violento Nathan, atendieron al detenido quien fue reciamente golpeado estando aún inconsciente, siendo su estado muy crítico. Por otro lado, el rubio a las afueras del hospital aun cegado de la ira, fue empujado hacia su auto por los guardias de seguridad y su hermano para que se alejaran del recinto de una vez por todas. Su comportamiento era muy errático y no merecía estar ahí para que no molestara más a los otros pacientes. Así pues, estando en el auto junto con Jacob, con los puños cerrados golpeaba el tablero una y otra vez, porque aún estaba molesto. Entonces, su hermano menor enciende el auto y se va del lugar para que su hermano no se vuelva a escapar y cometa una locura. —¡Nathan cálmate por favor! ¡Papá esta muerto y no se puede hacer nada, ya el mal esta hecho! Golpeando el tablero no vas hacer que papá vuelva a la vida. Así que te ruego que te calmes y que solo pensemos en el funeral. —exclamó Jacob ya algo cansado de la situación. El rubio suspiró profundo, y frotándose los ojos muy furioso le dijo: —Lo siento hermano pero es que no puedo dejar que esa chica maneje la situación a su antojo y que ella quiera pagar la condena de su padre para que ese maldito no pague nada —suelta una risilla sarcástica —Lo siento, pero eso no lo permitiré jamás. Nuestro padre estaba lleno de vida y él no se merecía eso que le pasó así que debo vengar su muerte sea como sea. Jacob dio un suspiro, porque en verdad no sabia como controlar a su hermano, y condujo de manera muy veloz, hasta llegar a la mansión Dónovan. No obstante, pasaron unos minutos y Nathan se calmó un poco, pero estando en el carro se quedó muy pensativo con cara de rabia, sin decir una palabra cosa que le pareció muy extraño a su hermano menor Jacob. Entonces, el otro rubio, un tanto asustado por el cambio brusco de su hermano mayor, conduciendo con la mirada puesta en el camino le dijo: —Hermano, ¿Qué te pasa? Me estas dando miedo, prefiero que golpees el tablero a que estés así tan callado con esa expresión tan espeluznante, llevas ya más de diez minutos sin decir una palabra. ¿Dime, que tanto piensas? … ¿No me digas que estás pensando en asesinar a los Morgan? Por favor, no lo hagas por memoria a nuestros padres. A lo que Nathan le respondió: —¡Cállate! Cuando lleguemos a casa te digo. Estoy pensando en un plan. Pronto, pasaron unos 15 minutos más y ya los hermanos estaban en la mansión. Nathan se bajó del auto con mucha ira y Jacob fue detrás de él para tratar de saber de que se trataba el plan de su hermano. Luego, llegaron a casa, el rubio fue hasta su oficina, se sirvió medio vaso de ginebra, y tomándosela de un sorbo miró a Jacob quien temblaba del miedo y le dijo: —Mi plan, es que voy a dejar al viejo asqueroso ese del Bob en libertad. Pero todo a cambio de su hija, ya que la voy a castigar y hacer de su vida un perfecto infierno por lo que le hizo a nuestro padre. Jacob, boquiabierto por las palabras de su hermano le respondió: —Pero Nathan, ¿Y como vas hacer eso?, se que el señor mató a nuestro padre, pero esa tierna chica no tiene la culpa, ¿Qué le harás? Nathan sirviéndose otro pequeño vaso de ginebra le respondió: —Ya que ella dijo que haría lo que fuera por salvar a la basura de su padre, pues…me casaré con ella para quitarle la empresa, y en ese matrimonio aprovecharé para torturarla a mi modo. Su hermano, quien no estaba acostumbrado a ese tipo de planes, muy nervioso le responde: —Lo siento, no estoy de acuerdo Nathan, conociéndote seguro le harás la vida imposible a Sabrina Morgan. Nathan acercándose a él con una sonrisa maliciosa le contestó: —Bueno, nadie los mandó a meterse con los Donovan. ¡Ahora ella verá mi furia!
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