Sabrina muy nerviosa estando en la habitación con la puerta dañada sin seguro, se empieza a vestir de manera veloz. Entonces, poniéndose su sujetador dice susurrando: —¡Ay Dios mío, espero que no haya visto mucho! Apenas tengo como casi una hora casada con este hombre y siento que ya me va a dar un infarto. Mi corazón siempre está acelerado cuando estoy cerca de Nathan pero no de manera buena si no de manera mala. —dio un suspiro —¡no quiero morir tan joven! Mientras que Nathan sentado en el recibidor se frotaba los ojos porque la imagen de Sabrina medio desnuda siempre le llegaba a la mente, así pues, mirando fijamente hacia el frente se decía en pensamientos: «No debí haber abierto la puerta de esa manera… —golpea el sofá —¡Ahhh! a veces Jacob tiene razón cuando dice que por impulsivo