—No creo que no tengas alma Nathan, todos tenemos alma. Se que me odias pero te conozco desde hace tiempo y se que no eres una mala persona.
Nathan se acercó más a él y mirándolo con mucho odio le respondió:
—Si crees que vas a conmoverme pues pierdes tu tiempo.
El señor Morgan no pudo negar que sintió mucho temor en tener a Nathan frente de él, pero se armó de valor para defenderse porque el más afectado en la muerte de Martin Donovan fue él.
—No lo pierdo, porque me queda poco tiempo, y por eso debo defenderme y confesar que yo no hice nada. Debes buscar a la persona que hizo este asesinato porque el que ha sufrido más en todo esto ha sido yo. Esa droga que me inyectaron afectó más el poco funcionamiento que tenían mis riñones y se que moriré en cualquier momento, no quiero decirle
