—No es taaan malo por dentro —aseguró Sammy, observando a su pareja quien tenía una mirada un poco disgustada mientras examinaba el edificio completo. —Esto solo confirma que definitivamente te vas a venir conmigo —John anunció observando a su pareja. El aire elegante que rodeaba a John anunciaba claramente que él no encajaba en ese lugar. Si Sam antes había pensado que podría convencer al hombre de lo contrario, pues ya ni eso. Quisiera o no, John se lo llevaría a su mansión. El pelirosa pastel se encogió de hombros aceptándolo en silencio y observó sobre su hombro. Dos miradas frías y desconfiadas se encontraron. —Quiero que él espere aquí —ordenó dejando de observar a Hank. —Yo sigo a John a todas partes —anunció. —Uy, qué pena —se burló Sammy con una sonrisita—. Si él nos comie