Aquellos ojos, eran pequeños, feroces y salvajes. Aquella hermosa silueta era borrosa y brillante. La figura se movía con gracia y determinación, observando a su alrededor. Un gruñido atravesó todo el lugar. Sam despertó con una sensación extraña, sabía que había soñado algo importante pero no podía recordar qué era con exactitud. Bostezando, restregó uno de sus ojos y estiró su brazo izquierdo esperando encontrar a su pareja, pero todo lo que sintió fue el suave y helado colchón. Frunciendo el ceño, giró su cabeza y contempló el lugar vacío. Extrañado de no encontrar a su pareja, se sentó en la cama y observó a su alrededor. Estaba en la conocida habitación, solo. John no se veía por ningún lugar. Rascando su nuca con extrañeza ante la ausencia de su pareja, Sammy corrió las manta