Robando un beso.

872 Words
Cuando vi a André entrar por esa puerta se me revolvió el estómago, pero actúe de lo más normal posible no dejaría que él pensara que me hacía daño no se lo iba a permitir el podía hacer de todo en mi vida, pero herirme otra vez jamás. Su sonrisa ridícula me molestaba lo trate como siempre ignorando sus comentarios y excusas de que llegaría tarde por una reunión, dentro de mi pensaba (Si claro tu única reunión es ir a acostarte con esa zorra que no tiene la dignidad suficiente porque para aceptar ser la otra hay que ser bien estúpida) Salió de mi oficina y yo comencé a hiperventilar el odio que siento por este hombre, es más grande que yo no solo arruinó mi vida sino que se a encargado de hacerme miserable, hacerme pensar que me ama es más que una estupidez él cree que soy idiota, pero no lo soy para nada. Nadie que te ama te hace ser así de miserable si tan solo él hubiera sido diferente yo quizás lo pidiera amar e intentar ser feliz, pero el no vale para nada la pena. Me levanté de mi escritorio con las manos temblorosas y tome un trago, no sé cuantos tragos tome comencé a ver borroso y me tiré al suelo para hundirme en mi miserable vida... Y es que lo peor de tenerlo todo es que no tengo nada. Escucho como suena la puerta cuántas horas pasaron, no lo sé solo que cada vez los golpes suenan más fuertes ya no me importaba nada así que me atreví a responder, pensando que podía ser Marcela mi asistente ya ella estaba acostumbrada a verme de está manera cuando tenía algún problema. –Pa... Pase– respondí atropellando las palabras. Cuando veo entrar a ese dios del Olimpo con su rostro preocupado y verme en el suelo, pero yo no sentía nada de vergüenza eso para mí ya no existía, si todos sabían que yo me había casado con un hombre mayor pensaban lo peor de mí, también que era una esposa cornuda ja... Mi dignidad no existía se fue muy lejos hace ya mucho tiempo. –Dios miooo señorita ¿está bien?– él me mira con esos ojos tan lindos que solo puedo reírme ante su pregunta. –Si, si...hipp..– el hipo no me deja hablar y me causaba más risa. Me llevé la mano a la boca para ahogar mi risita burlona. Él se acercó y se sentó a mi lado. –Lamento que esté en estás condiciones, pero también la entiendo.– yo lo miré y solo pude asentir para no hablar y que la voz se me quebrara. –No puedo decir que esto pasara es complicado ver está situación me imagino debe estar molesta y triste.– yo asentí a la primera y la segunda negué. –No, yo no estoy triste o quizás si, pero no porque mi marido sea infiel.– él abrió sus ojos como platos quizás pensaba que yo estaba loca lo que realmente no sabía era mi verdadera historia y tampoco iba a contarla él no me creería y nadie lo haría lo primero que piensas cuando ves una mujer muy joven casada con un hombre que le dobla la edad es que ella se aprovecha de eso todos los que conozco piensan eso de mi sin saber que yo fui obligada a esto. –Yo me entiendo.– respondí sin más explicaciones. Él se encogió de hombros y quiso ayudarme a levantar, pero yo me negué absolutamente tenía que sacar esto de la única forma que sabía hacerlo... "Tragos hasta olvidarlo todo" –Sabe, me pasó una vez yo tenía una pareja la amé mucho y pues ella me engañó con mi mejor amigo fue duro y me dolió, pero eso me dió la valentía para dejarla, ella me sigue buscando, pero yo no quiero nada con que tenga que ver con ella – yo mire al chico que tenía sus ojos en las luces que reflejaban los edificios fuera del cristal. Le pasé la botella para que me acompañara en la bebida solo eso podías hacer cuando te había pasado algo así. –Esta es la mejor solución a todos los problemas.– dije dándole la botella. –Salud– dijo mientras daba un gran sorbo de la botella de whisky... Después de una hora ahí contando cosas de nuestro pasado, no llegué tan al pasado ni tampoco a lo personal eso solo lo sabía yo más nadie debía saber mis cosas personales... Hubo un momento que le conté que jamás había experimentado besar a un chico en mi adolescencia. Él me miró con esos ojos tan lindos e hice lo inesperado, me acerque y besé sus dulces labios era deliciosos y perfectos jamás había sentido algo así él correspondió a mi beso y fue una experiencia gratificante... Pero cuando reaccioné lo separé de mi automáticamente. –De verdad lo la lamento, no sé que me pasó yo no soy así.– Él no dijo nada solo sonrió y yo estaba tan apenada, pero ahora todo sería incómodo este hombre me gustaba demasiado, y si seguía con este juego haría algo inapropiado.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD