Aline daba vueltas en la sala de estar de su suite. Delante de ella había cinco fotos de cinco millonarios mientras tanto su madre movía sus piezas para planear el próximo ataque. -¿Qué se supone que estás haciendo mamá?-inquirió Aline mirando aquellos hombres, conocía a cada uno de ellos y sabía que todos tenían algo en común. Sus fortunas, y el hecho de que eran hombres vulnerables y fáciles de engañar. -Cometiste la estupidez de permitir que un príncipe se marchase con una simple secretaria muerta de hambre, así que ahora tengo que buscar otro hombre para ti que nos de lo que necesitamos. -espetó Francesca molesta buscando información. -Estoy cansada mamá, no estudié una carrera para andar buscando un macho con la billetera llena. -respondió Aline con impaciencia y su madre soltó una