Cada lágrima que corría por el rostro de Aisha, Nader podía sentirlas, incluso saborearlas. Eso lo excitaba más y estaba loco por probar más de ella y de su inocencia. Nader aprovechó el afortunado momento en el que Aisha abrió un poco sus labios para tomar aire, y profundizó ese beso introduciendo la lengua en su cavidad. Aisha retrocedió asustada, con la respiración acelerada y nerviosa por no entender lo que estaba haciendo. -¿Por qué hizo eso...por qué metió su lengua en mi boca? -preguntó la chica mientras que Nader juntaba sus frentes. Su respiración se escuchaba pesada y todo su cuerpo estaba en plena tensión. -Porque quiero probarte. Así es como un hombre besa a la mujer que desea, no hay nada de malo en lo que acabo de hacerte, prometo que te va a gustar descubrir todo lo que