Un par de días después Nader salió de su departamento a toda velocidad, después de levantarse entusiasmado con intención de despertar a su niña y tomar el desayuno juntos Las calles de Riad era un verdadero caos. El tránsito era una locura, pero eso no fue suficiente para detener al ingeniero que manejó su auto hasta la empresa donde Zeyneb dijo que estaría Aisha. Nada más llegar Nader la encontró realizando sus tareas dentro de la oficina. Nader se detuvo unos minutos en la puerta para verla trabajar. Aisha organizaba los planos que Nader había diseñado con mucho cuidado para una de sus reuniones, luego colocó su mesa de forma ordenada para facilitar su trabajo. El ingeniero no podía negar que le admiraba ver como ella ponía tanto empeño en todo lo que hacía, siempre dando lo mej