Narra Dario
Tan pronto como escucho la puerta del dormitorio abrirse arriba, mi corazón comienza a latir más rápido. Mientras preparo una simple masa para panqueques, no puedo evitar imaginar lo que está haciendo allí arriba. Despertar, preguntándose dónde está? ¿Explorando su entorno?
Me pregunto si ella está bien. ¿Debería controlarla? ¿Debería llamarla? Tuvo bastante dosis de tranquilizante anoche. Espero que no se sienta muy mal.Tan pronto como escucho sus pasos en las escaleras, puedo verlos de nuevo en mi mente. Cuando la acosté, no pude evitar mirar esos pies diminutos y pálidos, cruzados sin fuerzas. Los largos huesos de sus piernas se curvaron sutilmente mientras acercaba las rodillas al pecho. Una suave capa de vello fino, casi invisible, caía ordenadamente a lo largo de la pa
