Internado de Hombres

Capítulo 6

La campana sonó, anunciando el inicio de la próxima clase. Tuve la intención de pararme, pero al no ver movimiento de Oliver, me detuve.

—¿Vamos? —  Le pregunto tratando de animarlo.

Oliver me miro, o eso creo ya que su cabello tapa sus ojos. Luego, miro alrededor asintiendo se paró.

Lo seguí hasta el pasillo, que ya estaba casi desierto.

—Uh, nos toca química. Debemos ir al laboratorio— Asentí dándole la razón.

No creo que hoy debamos ir al laboratorio, posiblemente l profesor quiere familiarizarnos con las herramientas, pero si Oliver lo dice que porque debe ser así.

—Te sigo— le hice saber.

Oliver asintió algo cohibido, fruncí el ceño. Parece nervioso.

Lo seguí hasta el segundo piso, donde se encuentran los laboratorios, y salones especiales, que estaba totalmente vacío. Se detuvo frente a una puerta verde que decía “Laboratorio A” en mayúscula, abrió la puerta y me dejo pasar primero.

El salón era grande y había un montón de cosas. Cabe recalcar que estaba totalmente vacío. Sin pensarlo metí la mano en mi bolsillo y apreté la pistola eléctrica, aun sin sacarla volteé hacia Oliver.

—¿Por qué estamos aquí?

—Debemos estar aquí — Dijo sin mirarme.

—No. ¿Por qué me trajiste aquí? — Insistí sabiendo que algo iba mal.

—Y-yo bueno, tu dijiste que cuando quisiera podía verte en ropa interior— Hablo rápidamente como si tratara de creerse eso el mismo.

Fruncí el ceño. Sabía que el jamás me pediría eso, por eso se lo dije.

—Oliver, si no quieres que te haga algo será mejor que me digas que sucede.

—N-no ocurre nada. Y-yo solo quiero verte en…— su voz empezó a ser aguda como si estuviera a punto de llorar.

Suspire y me acerque, él no se movió de su lugar. Con la mano que tenía libre logre apartar el cabello de sus ojos, encontrándome con un hermoso color ámbar, y otro azul oscuro, ambos llenos de lagrimas

—¿Vas a llorar? — Pregunte sorprendida.

—Lo siento Eider— se apartó haciendo que mi mano cayera— Taylor y Cameron me dijeron que si no te tomaba una foto me cortaran el cabello.

—¿Por qué los cubres? — Pregunte refiriéndome a sus ojos.

—No me gustan, se burlan de mí — Decía mirando el suelo.

—Taylor no los tiene así —Dije refiriéndome a su hermano mellizo.

—Si los tiene, pero él usa lentes de contacto a mí me incomodan.

—Aun así, no debes dejarte intimidar por esos dos. Si me hubieses dicho hubiera hecho algo.  Por ti.

—No quería molestarte con eso, además creí que te burlarías

—No te preocupes, no dejare que te corten el cabello, pero esto es por tratar de mentirme.

Saque la pistola eléctrica, la prendí y toque a Oliver con ella.  Oliver cayó al suelo  moviéndose un poco por los choques eléctricos.

—¡L-lo s-siento!

(…)

Luego de salir del laboratorio e ir al salón le inventamos al profesor que me sienta mal y que Oliver me había acompañado a la enfermería, no me quiso dejar sola y por eso llega conmigo hasta ahora.

Al parecer el profesor no nos creyó del todo, sin embargo, nos dejó pasar. Cuando caminé hasta mi asiento pude notar que Cameron miraba a Oliver. Fruncí el ceño, pero no dije nada.

Al terminar la jornada de clases todos los estudiantes fueron a sus asuntos, ya sean actividades de sus clubs o hacer tarea. No quise ir al cuarto por lo que me dirigí a la oficina de mi tío.

Entre sin tocar encontrándolo dormido en su escritorio. Suspire sonoramente, patee el escritorio haciendo que se levantara sobresaltado.

—Ah, Eider, eres tú ¿Qué haces aquí? — Dice frotándose los ojos.

—Solo pasaba, no vi a James —Revele mi verdadero propósito, pero a él no parecía importarle.

—Debe estar con su novio — Dijo prendiendo su computadora.

—¿Ah? — Pregunte desconcertada.

—Su novio, trabaja en la cafetería.

Una vez más los gays ganan. Todo se derrumbó dentro de mí.

 Bien, tal vez estoy exagerando.

Me senté en un sillón olvidándome de mi fantasía de tener un amorío prohibido con el secretario de mi tío, y me dispuse a jugar con mi celular.

Al cabo de un rato mire la hora dándome de cuenta que ya es tarde. Suspire parándome y tomando mi bolsa.

—Adiós— Me despedí.

Cuando salí note que mi falda estaba algo desarreglada, me detuve y la arregle. Al levantar la mirada note a Brais frente a mí mirándome con el ceño fruncido.

Negó con la cabeza y siguió su camino, supongo que hasta el cuarto.

Si, lo más seguro no le agrado.

(…)

Al entrar en el cuarto vi a Oliver amarrando a una silla rodeado por Cameron y Taylor. Este ultimo con tijeras en sus manos.

—¡Eider! —  Grito al verme.

—¿Qué hacen? — Pregunte sorprendida por la situación

—No te metas— responde Cameron tomando otras  tijeras.

—Déjenlo— Ordene.

—¿Crees que lo haremos porque tú lo dices? — Dijo Taylor con burla.

Voltee hacia Luca que estaba recostado en su cama mirando hacia nosotros, el al notar mi mirada la aparto e hizo como si no nos prestara atención.

Rodee los ojos dándome de cuenta que Luca no hará algo para ayudar a Oliver.

—Bien, ustedes lo quisieron así— Me encogí de hombros.

Me acerque a ellos despacio, en un rápido movimiento rocié el gas pimienta en los ojos de Cameron, y con la otra mano prendí la pistola y toque a Taylor con ella.

—En serio, son realmente molestos — Dije viéndolos retorcerse en el suelo.

—Recuérdame no meterme contigo— Escuche decir a Luca.

Sonreí. Cameron corrió hacia el baño, mientras Taylor yacía en el suelo.

—¿Estas bien? — Le pregunte cortando la soga con las tijeras.

Oliver asintió.

—Gracias, Eider.

—No hay de que— Me limite a responder.