Abrí la puerta encontrándome con Luca sentado en el puesto del profesor, comiendo un pastelito de chocolate.
—Hola, Luca — Le salude, ya que éramos los únicos en el salón.
El volteo hacia y asintió con la cabeza.
—¿Estabas aquí? — Dije, no me había dado cuenta que cuando salí del baño, él no estaba.
—Me gusta llegar temprano al salón — Se encogió de hombros —No creí que fueras a estar en la clase A.
—Yo tampoco creí que tú estarías aquí — Le respondí devuelta.
—Todos estamos aquí unos por notas y otro por dinero— Se encogió de hombros.
—¿Otro? — Asintió— ¿Quién es el que está aquí por dinero? —Pregunte sorprendida.
—Cameron. Ese inútil no sabe ni amarrarse los cordones.
—ah, ¿Puedo tomar cualquier asiento? — Pregunte viendo las sillas vacías.
—Si— Respondió metiéndose un caramelo a la boca.
Decidí sentarme en el medio de todo el salón, ni muy adelante, ni muy atrás. Nunca me ha gustado estar adelante ya que me siento algo presionada, atrás tampoco ya que siempre se sientan los poco importa en esa parte y me distraen.
—¿Estas segura de que quieres ese puesto?
—Sí, ¿Por qué no? — Él se encogió de hombros.
—Casualmente es el único vacío, si lo notas todos tienen algo encima.
Mire alrededor, y exactamente como Luca dice, todos tenían algo encima. ¿Cómo no lo vi?
El de adelante tenía un dulce.
—¿Tú vas delante de mí? — Pregunte interesada.
—Sí, Cameron atrás, Oliver a tu derecha y Brais a tu izquierda. Taylor está en el B— Asentí.
La campana sonó, anunciando el inicio de la primera clase. Luca se paró y camino hasta su asiento. El primero en entrar fue Brais, seguido de Oliver.
Brais me miro con el ceño fruncido a lo levanto una ceja interrogante, pero no dijo nada y tomo asiento. Oliver me sonrió nerviosamente y se sentó.
Poco a poco empezaron a llegar los demás compañeros, no olvidemos sus raras miradas hacia mi persona. Por último, llego Cameron, sentándose atrás de mí.
Creo que fue mala idea tomar el centro, aunque no es como si tuviera opción alguna.
Un hombre de unos 36 años entro con un maletín, lo dejo en su escritorio y giro hacia la clase.
—Tú debes ser Eider, ¿Verdad? — Asentí— Bienvenida, espero que te llegues bien con tus compañeros, y ustedes chicos, traten bien a su compañera
—No se preocupe, siempre llevo mi gas pimienta conmigo.
—Bien, como ya saben este año tendremos una chica entre nosotros, recuerden ser amables con ella, pero no como si fuera la reina, no debemos mal acostumbrarla.
—Mi nombre es Max Steel, si se ríen los saco de la clase— Sonreí— Como son graduados este año a ustedes les toca organizar el festival de medio año.
¿Por qué nosotros organizamos estas cosas? En todos los institutos o internados es lo mismo.
—Poco a poco iremos hablando de eso, y recuerden que si quieren dar el discurso de graduación deben tener el puntaje más alto en sus calificaciones. Seguramente pensaran que Brais será quien lo de, pero este año se nos unió Eider.
Mi tío me había explicado con más detalles su excusa para que yo esté en este internado, si me preguntan sabré que decir.
Luego de una introducción a su clase a campana sonó anunciado el cambio de clase, Max se despidió y salió.
Inmediatamente baje la vista a mis uñas, necesito pintármelas. Al levantar la vista pude notar como todos mis compañeros me miraban.
—¿Puedo preguntar que hace una chica aquí? — Dijo un chico que estaba al lado de Luca, tenía el cabello castaño.
—¿Puedo saber tu nombre? — Pregunte observándolo, él sonrió.
—Mi nombre es Alex, Alex Zenrie. Parte del club de periodismo.
—Ya veo, Alex. Me temo que mi presencia aquí es parte de un proyecto del que nadie puede saber, solo puedo decirte eso.
Todos empezaron a murmurar entre ellos, pero se callaron ver que el profesor entraba.
Estos estúpidos enserio se lo creyeron. Mientras el profesor explica su forma de trabajo y sus reglas, note de reojo la mirada de Brais en mí. Siento que no le agrado.
(…)
Salí del salón cuando la campana anuncio que estamos en receso, me dirigí hacia la cafetería. Ente e instantáneamente todos me miraron, trague saliva empezando a caminar por una bandeja.
Luego de pedir una rebanada de pizza y un té frio mire alrededor tratando de ver donde podía sentarme. Taylor estaba con sus amigos, al igual que Cameron y Luca. Por suerte pude ver a Oliver solo sentado en una de las mesas del fondo, suspirando camine hacia él.
Cuando noto que caminaba hacia él se sentó derecho y se sonrojo.
—Oliver ¿Puedo sentarme aquí? —Pregunte poniendo mi bandeja sobre la mesa.
—S-si quieres — Me responde comiendo de su pure.
—Gracias.
Me senté y miré alrededor.
—¿No te sientas con tus amigos?
—No tengo amigos— Murmuro.
—Yo tampoco, podríamos almorzar juntos— Dije tratando de animarlo. Es obvio que no tengo amigos, acabo de llegar.
—Eso sería bueno —Me miro sonriendo.
Asentí y le devolví la mirada