Internado de Hombres

Capítulo 2

Observe el uniforme sobre mi cama, suspire. Ese podría ser el Rosas Renacientes. Negué con la cabeza, ya debía resignarme, y olvidarme de Rosas Renacientes.

—Necesito llamarle — Hable mas mi misma, sabiendo que ella me ayudaría.

Busque mi celular en la mesita de mi cuarto, entre en contactos hasta que llegue a la C.

Entre y apreté el telefonito verde.

Uno tono, dos… ¡Contesto!

—¿Qué? —Escuche decir desde el otro lado

—¡Cosmic!

—¿Me llamas para que vaya a tu internado para salvarte? — Dijo con burla.

—Ya te enteraste… ¿Cómo? — Pregunte confundida

—Botan me dijo de tu nuevo internado ¿Esta lista psicológicamente? — Podía notar su falta de interés.

—En realidad, te llame para que me dieras fuerzas— Murmure.

—Está bien, eres mi prima y te quiero.

—Cosmic… —Murmure conmovida, a veces mi prima podía llegar a ser la mejor persona en mi familia.

—Está bien, Eider. Todo estará bien. Solo debes hacer una cosa y estoy segura que te ira bien— Dijo con voz dulce y llena de compresión.

—Si, por favor dime. Sabes que por ser mí prima mayor por 2 meses eres mi ejemplo a seguir.

—Por supuesto, eres mi linda primita menor — Dijo con burla, pero no me importaba

—Cosmic…— Murmure, sintiendo como mis ojos se aguaban un poco.

—Solo no debes golpearlos— Dijo con un tono burlesco y cínico. Todo rastro de dulzura y amabilidad había desaparecido de voz, incluso podría jurar que está sonriendo de forma sádica

—¿Eh? —Yo jamás eh sido violenta, podía insultar y gritar, pero golpear esta totalmente fuera de mis limites

—¿Qué, creías que te diría algo conmovedor que haría que tus problemas se resolvieran? Por Dios, estás hablando conmigo— Dijo como si fuera lo más obvio del mundo — Vas a llegar y vas a demostrarles a todos que eres la nueva dueña del lugar.

Totalmente desconcertada e indignada alejé el teléfono de mi oído para poder procesar todo esto, luego de unos segundos, lo volví a acercar.

—Me tengo que ir. Selin quiere ir de compras. Adiós. —Cerro sin decir más.

—Espe…— Las palabras se quedaron en el aire al escuchar el tono de llamada finalizada — Maldita perra— Lance el celular a la cama y grite de frustración— Inhala, exhala— Me murmure a mí misma tratando de calmarme

La puerta siendo abierta me desconcentro, volteé y vi la cabeza mi tío asomarse.

—¿Quieres comida china? — Me pregunta con unos palillos en sus manos.

—¡Largo! — Grite. Él se asustó y salió cerrando la puerta.

No me gusta la comida china. Y no soy violenta.

(…)

Estire un poco la falda tratando de que se viera mejor. Tomé la corbata y me la puse, la única diferencia entre mi uniforme con el de los hombres, era que yo usaba falda, aunque también me habían enviado pantalones, podía usar ambos, pero esta vez opte por falda.

El uniforme consistía en una falda de color azul, una camisa de manga larga blanca y la corbata del mismo tono de azul que la falda.

Ya cuando ajusté la corbata salí de mi cuarto con mi bolso, y algunas cosas de defensa personal que había comprado el fin de semana.

Salí del apartamento y bajé hasta el estacionamiento donde me esperaba mi tío. Hace unas horas él había montado el equipaje.

Al montarme en el asiento delantero tire mi bolso hacia atrás junto con mi equipaje. Mi tío encendió el auto y salimos del estacionamiento.

—Ah, antes de que se me olvide. Cosmic te envió algo estaba abajo del asiento.

De seguro son pastillas anti conceptivas. La noche anterior había recibido un mensaje, diciendo que al menos podía divertirme.  Suspirando me incline y metí la mano bajo el asiento, al tocar lo que parecía una cajeta, lo saque.

Me acomode y observe la caja.

—¿Cuándo la envió? — Pregunte inspeccionando la caja.

—Parece que hace dos días, pero llego hoy en la mañana— Asentí.

Abrí la cajeta y metí la mano. Al sacarla había una pistola eléctrica.

Cosmic… Sabía que no me abandonarías. Me retracto por decirte que eres una perra.

Deje el arma sobre mi regazo y volví a meter la mano, al sacarla saque una cajeta de pastillas anticonceptivas, esta tenía una notita pegada.

“No creas que me importa, me la dieron cuando vino Kian, pero no la necesito. Úsala por si las moscas. No la eh usado, esta nueva.

Pd: Espero te guste mi regalo, te servirán cuando comience tu diversión.”

—No te quiere tanto, Cosmic :p”

Bien, tal vez no me retracto tanto con lo de perra.

Volví a meter las cosas en la caja y la cerré. Al alzar la vista pude ver el enorme edificio del internado.

Suspire.

Al menos tendré habitación sola.

—Tendré habitación sola, ¿Verdad? —Pregunte solo por cortesía, sabiendo la respuesta.

—¿Qué cosas dices? Tendrás 5 compañeros de cuarto — Dijo sin apartar la vista.

Esa no era la respuesta que esperaba.

Sonreí abriendo la caja y sacando la pistola eléctrica. Henry me miro asustado.

—Parece que tú y yo tendremos una larga charla— Aun con la sonrisa encendí la pistola.