Pasé toda la tarde con Timoteo. Finalmente pude calmarme y no pensar en lo que no quería, es decir, en el pasado. Primero fuimos al cine. Una buena comedia, palomitas, Coca Cola y un amigo divertido me devolvieron el buen humor. Luego fuimos a visitar el restaurante de Benjamín, donde el futuro titular de la estrella Michelin nos invitó pasar a su "sagrada" cocina y enseñó cómo preparar los espaguetis al estilo Lacio. - ¡Wow! Y yo no sabía que cada salsa tiene que llevar aceite de oliva. Aunque los tomates Cherry fritos, apenas podía llamar salsa. - Los italianos no son franceses, para ellos el aceite de oliva y la pasta son, como para nosotros la mayonesa en la ensaladilla. - rio y con un movimiento ágil sacó los tomates de la sartén. Luego, en un desorden artístico los tiró en mi pla