CINCO
“¡Soy Erik Egilsson!” Erik levantó su espada en alto mientras gritaba su nombre. La oscuridad a su alrededor le dio la bienvenida, protegiéndolo de todo daño. Erik besó la hoja negra de Legbiter y la volvió a colocar en su vaina. “¡Loki! ¡Estoy aquí, Loki! ¡He cumplido tus órdenes!”
Estaba parado en una depresión en el suelo, con los pies descalzos profundamente hundidos en el suelo y el hombre gris a diez pasos de él. “¡Soy Erik Egilsson! ¿Puedes oírme, Loki?”
Sin forma en la noche, el ser emergió del suelo alrededor. “¿Mataste a la mujer?” Su voz era profunda, su aliento caliente mientras envolvía la depresión, formándose alrededor de Erik.
“Sí, Loki”. Erik se hundió en una rodilla. “Maté a la mujer”.
“Bueno. Dame su espada”. Loki extendió un brazo que parecía humo, con una ma
