El plan

1500 Words
Fue un día bastante hermoso, el sol brillaba en el cielo azul sin nubes, había una suave brisa que enfriaba el aire caliente y los pájaros cantaban alegremente. Franklin y Gabriel miraron perezosamente a la pareja entrenando delante de ellos, buscando refugio bajo la sombra de un árbol. Ya habían terminado de entrenar y no queriendo pelear más simplemente miraron a los otros dos miembros restantes de su equipo. Genesis estaba jadeando bastante fuerte cuando golpeó su puño contra el suelo y rápidamente saltó lejos de su antiguo maestro. Dicho hombre se quedó asombrado al ver el suelo, todavía no acostumbrado al hecho de que la mujer de cabello rosado pudiera hacer esas cosas y causar tal daño tan fácilmente. Desapareció en una nube de humo y poco después se oyó un grito agudo. Una mancha rosa brotó de los árboles, golpeó el suelo y se detuvo en algún lugar en medio del campo abierto, gruñendo agarró su costado tosiendo un poco de sangre y escupiéndola en el suelo. De repente se levantó de un salto y en el lugar donde había estado anteriormente varios cuchillos ahora estaban clavados en el suelo. Aterrizando con gracia buscó cubrirse en el bosque frente a ella, su mano brillaba con un verde tenue mientras curaba su herida. Hubo un breve momento de silencio; el único sonido que se escuchó fue el canto de los pájaros en lo alto del cielo y el bostezo soñoliento que Franklin soltó mientras estiraba sus brazos sobre él antes de bajarlos a sus costados nuevamente. Luego, dos manchas de rosa y plata volvieron a aparecer, sus armas chocaban entre sí mientras luchaban. Incluso si estuvieran lejos de ellos, aún podrías ver claramente el brillo divertido en el ojo de John y la pequeña sonrisa en los labios de Genesis, obviamente estaban disfrutando inmensamente de su combate. - Oye Gabriel- Franklin de repente habló mientras sus ojos brillantes aún se concentraban en la lucha entre los otros dos. - ¿Hmm? - ¿Qué piensas de Genesis y John juntos? - ¿Qué te hizo pensar eso?- Preguntó Gabriel confundido. - Bueno, estás saliendo con Inashi  y yo estoy saliendo con Hana. Genesis parece bastante relajada y feliz con John, entonces ¿Por qué no reunir a esos dos? - Idiota. - ¡Lo digo en serio! ella merece algo de felicidad y preferiría que este con John antes que con alguien que no conocemos. Además, ¿has visto las miradas que se dan entre sí? Ya se quieren y mira lo bien que se ven juntos y cómo están brillando ahora mientras entrenan. ¿No valdría la pena intentarlo? - Hmpt, tal vez tengas razón pero ¿qué te hace pensar que simplemente se juntaran? - Ahí es donde entramos- dijo Franklin con un brillo juguetón en sus ojos azules. Finalmente volvió su mirada hacia su mejor amigo y rival a su lado y sonrió-. ¿Recuerdas el pergamino del que te hablé una vez? - Tienes que estar bromeando, eso nunca funcionará. - Bien, retrocede, no necesito tu ayuda de todos modos- puso mala cara y cruzó los brazos-. Pero cuando estén felices juntos, entonces no puedes decir que hiciste nada. John suspiró sabiendo que no habría nada que pudiera detener a su amigo de esta idea ridícula.  - Bien, estoy dentro, pero solo para verte y asegurarme de que no arruines nada. Tienes razón, ella necesita algo de felicidad en su vida. Franklin sonrió y volvió su mirada hacia su amiga de cabello rosado. Después de dejar la aldea durante tres años para entrenarse con Jira, ella se quedó sola en la aldea. Había escuchado de Jira que John había regresado a las operaciones negras mientras esperaba que regresara y eso lo entristeció un poco, esperaba que girara su atención hacia génesis pero no lo hizo. Ella había buscado su propia guía de la legendaria hechicera médica y jefa del pueblo nada menos y había florecido desde una niña asustada que no sabía qué hacer a una hermosa mujer con confianza, fuerza y habilidades médicas para rivalizar con las de su mentora. Ahora, a la edad de veintitrés años, era una oficial bien lograda con excelentes dotes mágicas y la tercera mejor médica de la nación, capaz de ocupar el lugar que le corresponde en pararse junto a sus dos maestras, Sara y Flor. Ella seguía siendo la misma chica que había conocido antes de que se fuera, pero ya no es así cuando el amor golpeó a la adolescente. Y aunque solo eran amigos en ese entonces, eventualmente se acercaron mucho más que nunca. Eran como un hermano y una hermana como actuaban uno con el otro ahora y cuando dos años atrás arrastraron a la otra parte enojada de su pequeña familia, finalmente se recuperaron. Pero entonces algo horrible le había sucedido a Genesis hace medio año. Mientras estaban fuera en una misión, sus padres reconocidos mercaderes de todo el país, fueron emboscados por unos renegados. Cuando regresaron e informaron a la oficina de Flor, ella había recibido las noticias desgarradoras. Sus brillantes ojos color esmeralda miraron con sorpresa e incredulidad a su mentora antes de que ella saliera corriendo de la oficina y corriera a su casa de la infancia solo para encontrarla vacía. Ella gritó los nombres de sus padres una y otra vez antes de caer al suelo poco después. Le rompió el corazón a Franklin al verla de esa manera. Se había mantenido firme a su lado en el funeral, abrazándola silenciosamente por detrás en los descansos de entrenamiento tratando de darle algo de consuelo. Ella no dijo mucho después de eso, sus ojos se apagaron mientras lloraba por sus padres. Pero ella nunca lloró en su presencia. Observó desesperadamente que el fuego en su mejor amiga comenzó a vacilar, comió menos y aparecieron círculos oscuros bajo sus ojos. Gritó mientras dormía cuando iba a misiones con ellos, pero ni una sola vez se había acudido hacia ellos para ayudarla a superar la pérdida. Sólo cuando se desmayó en una sesión de entrenamiento, John decidió que había tenido suficiente de su comportamiento y le dio un buen regaño sobre lo estúpido que había sido su comportamiento de las últimas semanas y fue él quien estuvo presente durante los próximos días para asegurarse de que ella se cuidara bien y gracias a él, todos los días recuperaron un poco más de la vieja Genesis. Y ahora mirándolos entrenando uno contra el otro con gran placer, el sabía que esos dos serían buenos el uno para el otro. Observó que ella no fue lo suficientemente rápida para esquivar el contrabloqueo de John y cayó al suelo, ambos rodando varias veces hasta que se detuvieron. Genesis se encontró debajo de él mientras la risa brotaba de sus labios. - Has ganado de nuevo- suspiró mientras miraba al hombre que estaba sobre ella. - Estás mejorando cada día, tengo que cuidarme- John le devolvió la sonrisa. Se puso de pie extendiendo su mano para ayudarla a levantarse. Tomando su mano con gratitud, ella fue levantada y él mantuvo su mano un poco más de lo necesario antes de soltarla. Se quitó el polvo mientras le sonreía. - Un día te venceré John, será mejor que estés listo. Ella le dio la espalda y se dirigió hacia sus otros dos compañeros de equipo, el la siguió no muy lejos detrás de ella. - Lo hiciste genial, Genesis- le sonrió Franklin mientras ella caía a su lado. Le entregó a ella su cantimplora y la agarró agradecida tragando un poco de agua. - ¿Por qué ustedes dos no pelearon?- Genesis preguntó. - Ya habíamos terminado y el tonto aquí no quería que le golpearan el culo de nuevo. - ¡Eso no es cierto! - Hmpt. Ella solo negó con la cabeza mientras sus compañeros de equipo se miraban peleándose uno contra otro. Acostando su cantimplora sobre la hierba, golpeó a sus dos amigos al mismo tiempo en la parte de atrás de sus cabezas.  - ¡Deténganlo ustedes dos, me van a dar dolor de cabeza! - ¡Ouch! Lo siento- se disculpó Franklin mientras se frotaba el ahora dolorido punto en la cabeza-. ¿Entonces vamos por ramen? - Lo siento pero no puedo, me esperan en el hospital hoy. Sara me enseñará a extraer el veneno con una nueva técnica. - Es genial, entonces te veré más tarde. Ella sonrió mientras lo abrazaba por detrás antes de levantarse.  - ¡Nos vemos mañana!- Hizo un gesto con la mano antes de levantar su mochila con facilidad y salió corriendo. - Hmpt, yo también me voy, Inashi me está esperando en la tienda de su madre. Franklin observó cómo su mejor amigo se marchó antes de volverse hacia el último compañero de equipo restante que se apoyaba contra la corteza del árbol, su libro se abrió mientras leía en paz. - Oye John- Franklin comenzó hablar mientras se giraba hacia su antiguo maestro.
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