Sus dientes se apoderan de mi labio inferior y todo pensamiento coherente desaparece de mi mente en ese instante. Me baja las bragas, pero se detiene cuando el material se atasca entre el colchón y mi culo. Debo levantar las caderas para que se las quite por completo, pero no estoy segura de querer hacerlo. —Adam... —mi voz sale en un tembloroso susurro. Sueno más asustada de lo que me gustaría. —Solo quiero tocarte —me susurra, pero suena más como una súplica que como una afirmación. Nada más, Lucy. Sólo déjame tocarte...". El nerviosismo me invade. Miedo, ansiedad, euforia, adrenalina... Todo tipo de sensaciones vertiginosas se apoderan de mí y tiemblo de anticipación. Una respiración profunda e insegura es inhalada a través de mis labios. Quiero hacerlo. Quiero sentir, por una vez