~~~ —¡Lucy, espera! —Kim me sigue de cerca. Sé que quiere hablarme de la presencia de Adam aquí, pero no me detengo ni un segundo llegando con Holland, le pido la cuenta de la mesa doce y me mira divertido antes de imprimir un ticket y entregármelo. Una vez que tengo la hoja de papel entre mis dedos, giro sobre mis talones y miro a Kim. —Me veo como una mierda —digo, porque es lo primero que puedo decir. La ansiedad no ha dejado de zumbar en mi torrente sanguíneo ni un solo momento. Mi amigo me da una sonrisa suave. —Déjala que se ciña a eso—. Ha venido a buscarte a tu lugar de trabajo, no puedes esperar a encontrarte vestido como si tuvieras a punto para ir a un cóctel de negocios—. Mete un mechón suelto detrás de mi oreja. Estás esperando en la recepción. Vamos. Vamos. —Mis rodilla