Volví a mirar por encima del cubículo de mi oficina cuando escuché la voz de la secretaria. Ahí estaba él, no podía evitar mirarlo, era tan guapo. Ryan Low, 1.80, pelo rubio cortito con su barbita algo morena y sus ojos verdes intensos. Me hacía suspirar, cuando pasaba por mi oficina y me sonreía al saludar. Ay. Sacudí la cabeza. No, déjalo Miriam, tiene novia ¿recuerdas? Seguí con mi trabajo hasta la hora de salir, que me estiré cansada. -¡Mimi! ¿Vendrás hoy con nosotros a tomar algo? -Me preguntó mi amiga Tania. -Mmmh, bueno ¿Por qué no? -Claaaro, como también viene el buenorro de Ryan. -¿Cómo? ¿Él también viene? -¡Sí tía! Pensaba que ya lo sabías. -No... Iré primero a casa a dejar esto y vuelvo. -Cuando llegué a casa estaba entusiasmada. ¡Iba a salir con Ryan! Aunque con m