Rafael Moretti
Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, estos días están siendo una mierda total. Sí, una mierda grande.
Mi padre se está poniendo duro, antes podía llegar a la empresa a la hora que quisiera, ahora simplemente me dijo que tengo que cumplir horario como cualquier empleado. Coño, ni siquiera parezco hijo del dueño, antes estaba al lado de él en la silla de CEO que siempre anhelé y ahora ni siquiera puedo entrar a la oficina. ¿Cómo cambia tan rápidamente? De la nada aparece con la charla de que quiere que me case y tenga hijos, porque su imperio debe continuar y yo no quiero continuar con eso.
En serio, eso es una tontería, al menos para mí. En realidad, creo que él espera que enderece mi vida, como hizo el padre de Vítor con él, un matrimonio lo puso en el buen camino. Tal vez mi padre piense que lo mismo sucederá conmigo. Pero él olvida que yo no soy Vítor y jamás permitiría que una mujer me domine, por más que tenga un buen coño.
Ahora estoy en la empresa resolviendo algunos problemas y revisando unos documentos. Tengo una graduación dentro de poco, pero tuve que pasar por aquí antes para firmar algunos contratos.
Cuando estoy saliendo de la empresa me encuentro con mi primo Olavo, seguramente él ya sabe lo que mi padre piensa hacer.
—Buenos días, primo —veo su sonrisa cínica, sé que siempre ha querido mi lugar, pero nunca permitiría que eso suceda.
—¿Qué quieres? —pregunto impaciente.
—Oh, siempre tan carismático Rafael.
—No necesito ser carismático contigo, quiero que salgas de mi camino ahora mismo, tengo un compromiso.
—Por esto mismo tu padre quiere sacarte de la presidencia, siempre poniendo tu vida personal por encima del imperio familiar, te digo más, esa actitud no es inteligente —cuando él dice estas palabras, lo agarro por el cuello de su camisa y lo obligo a mirarme a los ojos.
—Si tengo o no actitudes inteligentes, eso no es problema tuyo, y este imperio es mío por derecho. Y si crees que vas a ocupar el lugar que es mío, eso nunca ocurrirá —le digo.
Él sonríe.
—Nunca es mucho tiempo, primo. Digamos que mi tío ya ha tomado una decisión y te conozco Rafael, nunca conseguirías una mujer solo para conseguir todo esto. Así que asume, junta dinero primero, porque cuando esté al frente de los negocios, tal vez no haya espacio para ti —dice quitando mis manos de su traje y se aleja con una sonrisa tonta en su rostro.
Cuando él está lejos, golpeo la pared cercana. Estoy furioso con toda esta situación. Lo único que me animaba era saber que iba a encontrarme con mis amigos, al menos me distraería con ellos y eso me dejaría más tranquilo que estar atrapado aquí. Lo que no esperaba era que cuando llegara, vería a aquella morena problemática acercándose. La vi justo en la entrada, noté lo mucho que corría, estaba jadeando. Viéndola toda sudada y con el pelo despeinado, me quedo paralizado observándola y escuchándola hablar con Stefany. Cada movimiento que hacía con las manos, yo lo seguía, era como si estuviera hipnotizado por ella. En el momento en que mencionó el accidente de coche, volví a recordar aquel día y el daño que me hizo. Me enfadé y me metí en la conversación. Ella ni siquiera me había visto y estaba hablando mal de mí, claro que iba a defenderme.
Esta bruja de vez en cuando ronda mis pensamientos, es como si fuera un karma en mi vida. Primero, choca contra mi coche, luego descubro que tenemos el mismo círculo de amigos. ¡Genial! Lo último que necesitaba saber es que esa loca es amiga de Stefany, la esposa de mi mejor amigo. En resumen, terminaré viendo a esa desgraciada con frecuencia.
Me pareció muy grosero de su parte intentar coquetear con el hermano de Stefany a plena vista de todos nosotros. ¿Qué se ha creído? Intentar seducir a un chico delante de todos, eso demuestra lo lanzada que es, una mujer completamente vulgar y maleducada. No quiero ni imaginarme encontrarme con esa loca de nuevo, me volveré loco.
(...)
Ahora voy camino a la discoteca, solo quiero distraerme un poco y olvidar el tormento que ha sido el día de hoy. Entro al lugar y veo que la discoteca ya estaba llena, camino directamente hacia el área VIP, subo y me detengo frente a la sala reservada. Veo a Guilherme con una apariencia terrible, últimamente está así después de pelearse feo con Diana, la hermana de Vítor. Tenían algo y no acabó muy bien. Desde entonces, él se hace el tonto y la ronda por todos lados. No entiendo por qué no asume lo que está escrito en su cara, que está enamorado de ella. Veo que pronto perderé otro amigo atrapado por las bolas. Vítor fue el primero, es muy probable que Guilherme sea el siguiente.
—Vítor aún no ha llegado, pero dejó todo listo, supongo —me avisa cuando me acerco. Balanceo la cabeza en señal positiva, Vitor quiere proponerle matrimonio a su esposa frente a todos en el club nocturno, cuando se casó con Stefany fue obligado por su padre, pero ahora quiere hacer las cosas bien y estoy feliz por mi amigo, si él cree que vale la pena, que siga adelante, puedo no querer eso para mi vida, pero tampoco juzgo a quienes lo desean.
—¿Diana te está ignorando? —pregunto lo obvio porque la veo distante, cerca de Caio, un antiguo amigo de la infancia, digo antiguo porque terminó haciendo una gran estupidez, ya que se acostó con la novia de Vitor mientras aún estaban juntos, una zorra a la que siempre advertí que no era buena, pero Vitor no me escuchó.
—Vitor está en camino —dice cambiando de tema.
Sonrío.
—Sabes que no tienes que ocultarlo de mí, que te derrites por Diana.
Guilherme me mira furioso, pero luego sonríe.
—Claro, al igual que tú te derrites por la bruja que golpeó a tu —bebé— —dice sin importancia por mi situación.
—Nunca me enamoraría de esa mujer y también deja de hablar con ironía sobre mi coche.
—Rafael, solo es un coche, aunque seas fanático de él, sigue siendo solo un coche, sé que te lo regaló tu abuelo, pero eso no justifica que lo trates como un hijo, ¿darle un nombre a un coche? Realmente necesitas ayuda —dice llevando un vaso de whisky a su boca y continúa con los ojos fijos en Diana.
—Cuando tengas algo que realmente te guste, quiero ver si no lo cuidas como a un hijo, eso es lo que mis coches son para mí, los hijos que nunca tendré —explico.
—Nunca es una palabra muy larga, considerando que tu padre te está presionando para casarte.
Bufé irritado al recordar ese tema.
—Sí, pero no lo logrará, además nunca permitiría que transfiriera mi herencia al idiota de mi primo.
—Si consideras que tu padre es amigo del padre de Vitor, puede pasar cualquier cosa, mira a nuestro amigo allí, haciendo una propuesta de matrimonio digna, a su esposa que empezó como un contrato —dice y sonríe —Aún recuerdo cuando bailó con otra en el día de la boda y le dio una palmada en el trasero, frente a todos, tío, me dio mucha vergüenza ese día, y eso que la boda ni siquiera era mía.
—Yo también, estoy feliz de que haya arreglado su vida, ahora vamos a beber, todo lo que quiero es terminar esta noche con una chica sexy en mi regazo —digo tomando un vaso de whisky y bebiendo.
—Quién sabe, tal vez termines en los brazos de una hermosa morena de ojos azules, como una a la que llamaste bruja —Guilherme dice con una sonrisa idiota y señala la puerta, miro y la veo entrar a la sala VIP junto a la mujer que habló con ella en la graduación, quedo paralizado observando cada parte de su cuerpo, hoy está espectacular, el vestido le queda muy bien resaltando sus curvas, y ¿qué hay de esos labios pintados de rojo? Ya me imagino lo delicioso que sería tenerlos alrededor de mi polla. Tiene una boca grande y la resalta, sin mencionar el maquillaje perfectamente hecho, hace que combine con su vestido.
—¿Quieres un pañuelo para babear más tranquilamente? —escucho la voz irritante de Guilherme, ni siquiera me di cuenta de que estaba demasiado tiempo mirando a esa loca, vuelvo mi atención hacia mi amigo.
—Nunca la miraría demasiado —me defiendo.
—Sí, vi que te quedaste paralizado mirando la entrada de la sala como un idiota —dice soltando una carcajada.
Decido dar un paseo por el club, no me quedaré allí escuchando a ese idiota hablar, aunque sea mi amigo. Salgo de la sala antes de que esa loca me vea y bajo a la pista de baile, acabo besando a dos mujeres diferentes antes de volver a la sala VIP, cuando vuelvo a entrar en la habitación, siento que un cuerpo choca contra el mío, casi termino en el suelo, por suerte me apoyo en la puerta y sostengo a la mujer que chocó conmigo contra mi pecho.
—Disculpa —la chica se disculpa al levantar la mirada y encontrarse con la mía, cuando nuestros ojos se encuentran, se aparta rápidamente, solo me queda el delicioso olor de su presencia. —¡Tú! —exclama irritada.