La primera sensación que podían percibir sus sentidos era de leves y húmedas caricias que rozaban su rostro, obligándole a abrir los parpados ... Poco a poco recobraba la conciencia de su entorno. Al comenzar a abrir sus ojos grises, visualizó una pequeña mirada peluda que la observaba con total preocupación. Sintió su corazón precipitarse furtivamente. Y se forzó a sí misma para reincorporarse de prisa y consolar a su peludo amigo. –Pirata ...–acarició su mirada mientras le sonreía, el cachorro le lamía la mano con total esmero. Se sentó en el piso mientras el perrito se amoldaba entre sus piernas y ella lo acariciaba para consolarlo mientras intenta acomodar su cabeza del golpe del desmayo. –Todo estará bien, pequeño ...–le sonrió. Después de respirar profundo y acomodar sus pensamien