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¿Cómo dejé que me lo arrebataran? Como fui tan tonto. - ¿Estoy haciéndolo bien, papá? -Estas mejorando. - ¿Por qué tú puedes cargar las pesas? -Porque te falta fuerza, no te preocupes, algún día las cargaras, mientras tanto sigue con los ejercicios. Pensé que después del primer día de ejercicio quedaría desistiría, pero aquí estamos tres días después haciendo ejercicios. -Papi, me parezco a ti, nos gustan las mismas cosas ¿Ya me quieres? - dejo de levantar las pesas - no debí preguntar, lo siento. -Ven acá mi león - se acerca quedado frente a mi - no debes lamentar preguntar cosas que no sabes, siempre pregunta lo que quieras saber – afirma – y respondiéndote; yo te amo desde antes que tú madre me dijera que venías en camino, cometí un error por una mentira que se me