Entro al departamento y no ha cambiado mucho, uno que otro adorno del resto es igual.
- ¿Qué haces aquí?
- No has ido a la empresa y no le has notificado a Henry. Es tu jefe.
- No sabía que debía hacerlo.
La observó y se ve pálida, agotada, dónde está la sonrisa brillante del sol.
- Me estás odiando más de lo que ya lo hacías.
- Yo te odio, pero no estoy feliz con lo que le hiciste a mi hermano.
- Cierto, que según tu hermano soy la villana de esta historia.
- Lo eres. Mira lo que hiciste en la cena.
Me siento en su cómoda sala, y me ve con más rabia.
- No vas a ofrecerme nada de tomar, ¿dónde queda tu amabilidad?
- No estoy de humor dime qué quieres y sal de aquí.
- ¿Gisil se desquitó con ganas por
