Ay, demonios, me duele hasta las pestañas - ¿qué rayos paso? - Recibió un golpe muy fuerte en la cabeza, pero sobrevivirá. - Lástima - dice la pesada que tengo por esposa. - ¿Querías matarme? - le digo mientras trato de sentarme y César me ve. - Si quisiera matarte estarías muerto en este instante y estaría mandando a enterrar tus huesos en una obra. César la mira y se ríe - debo admitir que los extrañe, chicos. Aunque esta vez no me imaginaba que era porque Ariel te partió la cabeza con una lámpara. - Está loca, me quiere matar. - Me vuelves a decir loca y te remato la cabeza. Además, eso te lo buscaste por desgraciado. - Ya cálmense. Ned, no puedes hacer movimientos fuertes y Ariel, no le des estrés porque puede empeorar el