James entró a su oficina y casi se quedó de piedra, Alice estaba de espaldas a él, con un vestido rojo, se quedó por unos segundos admirando sus largas y hermosas piernas, su cuerpo reaccionó ante la visión de esa mujer. James se dirigió a su escrito y sus miradas se encontraron, ella no tenía ninguna señal de haber pasado la noche en vela, mientras que él sí.
-Buenos días señor Maklin, aquí está el informe que me pidió-dijo Alice tendiéndole un folder.
Antes de que James la tomara ella la retiró.
-Me preguntaba por qué me ha pedido a mí y no a su secretaria que hiciera el informe.
-Sabes, es una pregunta interesante, y yo tengo una respuesta excelente, ¿quieres escucharla?-dijo en tono burlón y no esperó su respuesta. -Te lo pedí a ti porque quise y soy tu jefe y si quieres que te despida sólo bastará con una palabra que salga de tu linda boca-dijo sonriendo.
Alice tenía unas ganas inmensas de gritarle incluso golpearlo por ser tan presumido, pero se contuvo y le contestó de manera educada.
-Tiene toda la razón señor, usted podría despedirme cuando quisiera, pero no lo hará ¿sabe por qué? Porque yo llevo más tiempo en esta compañía que usted, se cómo, cuándo y dónde se deben hacer las cosas y usted hasta ahora está empezando, será el director y dueño de la mitad de la compañía pero ha estado mucho tiempo alejado del negocio.- dijo Alice de manera condescendiente.-
-Nadie es indispensable Alice, y tu sólo eres una empleada más.
-Así como yo no soy indispensable usted tampoco, por lo que le agradecería profundamente si usted se ubica en su lugar, y me da a mí el que me pertenece.
-¿Crees que tu deberías ocupar la dirección de esta compañía?-preguntó James desconcertado.-
-No, sólo le digo que usted es el director, el jefe grande, y yo soy la subdirectora no su secretaria.-
-¿y todo esto es porque te mande a hacer el informe?
Alice quería dejar las cosas claras, de otro modo sabía que su trabajo se convertiría en un verdadero dolor de cabeza.
-No tiene nada que ver, simplemente quiero dejar las cosas claras, yo siempre me he encargado de hacer los informes de final de mes, el informe final se supone que lo hacemos ente los dos, al final del año. Eso es todo.
A James le emocionó escuchar eso, pensó que ese acercamiento podría traerle algún beneficio placentero.
-A menos que quiera cambiar algo. -puntualizó Alice, levantando una ceja.
-No, aún no quiero realizar cambios. - sonrió-
Alice sabía que él no sería tan tonto como para dejarla ir, si bien él tenía razón al decir que nadie era indispensable, no podía negar que la necesitaba, por lo menos los primeros meses.
-Bien, ahora me retiro a trabajar, no me pagan por hacerle conversación a mi jefe.
-No, pero podría pagarte por hacer otras cosas-dijo James de manera pícara.
Alice le dio una bofetada, y salió casi corriendo de su oficina. Se había estado conteniendo, no era una mujer violenta, pero ese cometario la ofendió y no había pensado antes de reaccionar así; sin duda tendría un correctivo o su carta de despido muy pronto.
James sólo pensaba en que esa mujer tenía carácter y eso lo puso más de lo que se imaginó, en algún momento ella caería en su cama, aunque por el momento sintió un poco de arrepentimiento, prácticamente la había tratado de prostituta. Le ardía la mejilla, pero se lo merecía, así que no haría nada al respecto por ahora.