Una nueva oportunidad para amar

Una Larga Noche

Alice se sirvió su séptima taza de café, había estado trabajando desde que llegó de la oficina, se sentó de nuevo frente al computador y observo su informe, todavía le faltaban los meses de mayor movimiento, gimió pensando que tal vez no acabaría esa noche y si tenía la suerte de hacerlo no podría dormir ni una hora antes de empezar su jornada laboral de nuevo. Mientras empezaba a escribir Alice repasó la conversación que había tenido con James, cuándo le encargó ese informe, y pensó que había sido una estúpida pero al día siguiente le reclamaría.

James llevaba tres horas dando vueltas en la cama, no podía dormir, cada vez que cerraba los ojos veía a Alice convirtiéndose en esa mujer que había destruido su vida, necesitaba hablar con un amigo, pero el único que estaba en la ciudad era Max; James lo pensó por varios minutos y se decidió a enviarle un mensaje a Max, pues si lo llamaba podría despertar a su esposa y no quería incomodarlos.

- "Hey Bro, ¿estás despierto?, necesito hablar con alguien."

Max tardó poco en responder, James sabía que podía contar con él, después de todo tiempo atrás Max fue el único que lo apoyó, se había casado el mes anterior y James no pudo asistir a la boda por un viaje que debía realizar, pero nada había debilitado su amistad. Hablaron por horas, James se desahogaba hablando del pasado y Max lo escuchaba atentamente; esa noche James había revivido su pasado y no le gustaba, más aún sabiendo que era debido a los acontecimientos de ese día, en especial a Alice.

Alice no podía mantener sus ojos abiertos por más tiempo, eran las 6:00a.m y acababa de terminar el dichoso informe, se levantó de su escritorio, puso a hacer más café y se dirigió al baño, gimió cuando se vio en el espejo tenía unas ojeras inmensas y el cabello alborotado, se dió una ducha de agua bastante fría y se dirigió a su armario; luego de pensarlo varios minutos decidió ponerse su vestido favorito y aplicarse el maquillaje suficiente para que no se le notara que había pasado la noche en vela, si su nuevo jefe quería jugar ella también lo haría, había llegado muy lejos y no dejaría que ese arrogante pasara por encima suyo. Se tomó otra taza grande de café y se dirigió a su trabajo, ese día no podía llegar tarde.

James se levantó gracias a la pesadilla que había tenido; apenas si había dormido tres horas. Se duchó, desayunó y se dirigió al trabajo; estaba muy seguro de que hoy se divertiría fastidiando a Alice, sabía que ella estaba altamente calificada para su cargo, pero creía que no le entregaría el informe a la hora que le había pedido.