Fix You

Capítulo 6: I’m Lost

| Harry |

Su boca alrededor de mí, hace un movimiento de arriba abajo, su cabello cubre sus ojos, su rostro. Ella se ve deliciosa en esa forma y posición. Esta realmente deliciosa, un notable y dulce gemido son lanzado desde mis labios cuando ella toma mis bolas y les da unos apretones, un pequeño mordisco, duele. Gruño, ella no se detiene, menos cuando mi cuerpo se tensa y la sangre me bombea a un ritmo cansador y destructible.

—Oh, demonios. Folla con más fuerza, bebé.

Ella obedece, y lo hace. Mierda. Tomo su cabello y lo saco de su rostro, sus ojos marrones me penetran y eso es lo único que me hace llegar con un gruñido y eyaculó en su boca. Ella saborea y se lo traga, si poder respirar, ella toma mi rostro, mis ojos están cerrados.

—Te amo, Harry.

Los abro y estoy en mi despacho tirado en el sillón, mi cabeza arde en el intento de levantarme, solo me muevo un poco hacia arriba, mi mano esta alrededor de mi pene, haciendo un movimiento de arriba y abajo con suavidad. Me muevo y el vaso con whisky cae. Me levantó y me acerco a mi teléfono, hablo con Eddie, él es el hombre indicado, él sabrá cómo encontrarla.

— ¿Hola?

—Eddie, necesito q-que busques a Neley. —digo intentando subir mis pantalones.

—Sr. Pizarnik. —afirma. Deja el tono adormilado de un lado y me habla con voz gruesa. —Son las cuatro de la madrugada, ¿Qué es lo que necesita a estas horas?

—Quiero que busques a Neley. —repito.

¿Acaso es idiota o no le p**o bien?

Claro que le p**o bien, sólo es otro idiota que no entiende las palabras.

—Señor, ¿Se encuentra bien? —pregunta con tono preocupado. Sí, claro.

—Claro, claro que me encuentro bien. Busca a Neley y dime donde vive por la mañana a primera hora. —hablo bruscamente.

—Está bien.

—Bien, avísame por la mañana, a primera hora ¿Entendido?

—Sí, señor. —dice, estoy a punto de arrojar el móvil y cortar la llamada, pero él vuelve a hablar. — ¿Señor?

— ¿Qué?

— ¿Quién es Neley?

Me recuento los dedos, hasta el diez. Solo para no golpearlo. Y no ir hasta su departamento despertar a su esposa y dos hijos con los gritos de este hombre mientras lo golpeo con fuerza en el rostro.

(...)

Volví a mirar la dirección que Eddie me había dado, el GPS marcaba la llegada. Era aquí, un edificio, uno de buen estado, busque mi móvil y Miré la habitación, el número. Estacione el carro en un lugar en donde cabían dos autos, en el centro de dos aparcamientos. Era justo, un auto caro debía estos caprichos. Baje y acomode el traje.

No Miré al encargado, subí por las escaleras, prefería subir por las escaleras que ir en un ascensor en donde...dios. En fin, fui directo al tercer piso, llegué al pasillo y comencé a caminar por el...

— ¡Demonios! Ese no es tu maldito problema. —grita ella. Reconozco su voz perfectamente, dios, como su 'te amo'.

—Neley, solo vine a acomodar cabos sueltos.

Mierda, ¿Qué hacia él aquí?

—No me vengas con tus juegos de palabras, yo no soy uno de tus clientes. —escupe ella con furia, veo una puerta abierta, quiero moverme con rapidez, pero también quiero hacerlo lento.

—Neley, yo...

—Vete, no quiero que vuelvas. No puedes, tú...—ella lloraba, no. —Damian, vete, no quiero...solo vete.

—Bien, me iré. Solo no te acerques más a él.

— ¡Vete!

—Necesito...

— ¿Qué mierda haces aquí? —pregunto al llegar hasta ellos, los miro. Neley baja la mirada y luego mira hacia atrás. Busca algo. Damian me mira con miedo. —No querrás que vuelva a repetir lo mismo, Damian.

—Solo viene a verla...

— ¿Para qué?

Él no responde, mira sus pies y luego a Neley.

— ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo conseguiste su dirección? —pregunta y no respondo. Bastardo.

—Eso no te importa...

—Harry, si tus padres se enteran...

— ¿No crees que estoy grandecito para que mis padres sepan en donde estoy o qué hago? Es mi vida, Damian. —lo miro y lo miro, intento buscar algo. Hay algo que no me está diciendo, 'algo’ para lo que vino aquí. —Vete.

— ¿Qué?, no.

— ¡Vete!

—Harry...

— ¡Vete, maldita sea!

Y sin más rodeos mira a Neley y luego a mí, vuelve la mirada a Neley y algo murmura. Ella levanta la mirada y sus ojos...sus ojos muestras lo mismo que mostraron el día en que todo se había derrumbado, una fe, un perdón, un dolor. ¿Tal vez debí correr detrás de ella?

Si ella me clavara la mirada ahora, diré que sí.

—Neley...

Hablo cuando veo a Damian esfumarse en una esquina. Siento náuseas y un dolor en mi pecho, como un deja vú. Ella cierra la puerta en mi rostro. Como el día en que intentaba invitarla a salir.

Golpeé con fuerza la puerta, no me importaba si despertaba o hacia enfurecer a los vecinos, no me importaba un carajo eso. Solo quería verla, y si verla era caer en un precipicio. Caería por él.

—Vamos, Neley. Abre la puerta. —ella no contesta, golpeo con más fuerza. — Abre la maldita puerta, Neley.

Joder.

Golpeo unas cuantas veces más. Hasta que esta se abre de sorpresa, su rostro esta rojo, no sé si de vergüenza o furia. Diría que ambas.

—Neley.

Su mano se estampa en mi mejilla.

Auch.

—No puedes estar aquí. Debes irte.

—No me iré.

—¡Sí! —grita con furia, su rostro blanco, no es blanco. — ¡Ya no más!, ¡Basta!

—Déjate de quejarte, solo quiero hablar contigo.

— ¡Pues no voy a hablar contigo, vete! —y ella sigue gritando, si no fuera por lo que me está quemando por dentro, demonios. La besaría.

— ¡No, no me voy a...!

—Mami...— una voz asustadiza musita con miedo desde un lugar. Miro hacia un costado y veo a un pequeño niño de ojos marrones, cachetes grandes. Ojos que emanan miedo y terror. Esta aterrorizado. Una lágrima silenciosa cae por su mejilla derecha.

Y por dentro el fuego se congela y este se rompe en mil pedazos. Doliendo como los mil demonios, como si fuera que estos escarban en mi interior, haciendo un hoyo. La mirada asustadiza de aquel niño, pudo conmigo. No podía quitar la mirada de él. Estaba mojado, tenía una toalla muy grande para él, cubriendo su cabeza, como una capucha y luego la tenía envuelta y sus pequeños bracitos la apretaban en su pecho. Su labio inferior comenzó a temblar, una advertencia.

Lo había asustado.