Una noche Cualquiera

1369 Words
Keyco Ly Hoy cobre mi quincena en la tienda, tengo que esperar hasta tarde que la señora Alma venda algo mas en la tienda, según ella no esa dando buenos ingresos y si sigue así tengo que buscar otro lugar para trabajar. La promesa de Danielle de que regresara, me parecía la escena de terror de una película, estoy estresada muy estresada, compro unos víveres, nada de lujo y compro unas medicinas. Mi papá me guarda la comida preparada me doy un baño y debo salir a trabajar al bar hasta las tres de la mañana, todos los días y de las camareras soy la menos que obtengo propinas ya que no soy “complaciente” Llego cansada, y deprimida, me coloco el maldito mini atuendo denigrante que me hacen usar y salgo a atender, estamos en noche de brujas así que me hacen colocar unos colmillos sin nada mas, ya que mi aspecto es similar a la de un lindo vampiro con mis compañeras, las chicas me tratan bien y me cuidan saben que soy virgen y estoy trabajando aquí por necesidad. –Hola preciosa, ¿me quieres clavar tu colmillo?– Pregunta un chico rubio queriendo parecer seductor –No gracias amigo, ¿Qué deseas de tomar? en eso si puedo atenderte. –Le respondo amable fingiendo mi sonrisa, me acuerdo de Alex, hablándome de un futuro, cada vez estoy más lejos de lo que él me dijo. –Me encantaría tomarte a ti, pero no pareces interesada así que me conformo con un trago de tequila. – Me dice el sonriendo. –En seguida se lo traigo. – Respondo –En lugar de vampiresa, debieron disfrazarla de Morticia Adams. – Dice uno de los clientes habituales, al que le pare el carro hace tiempo. –jajaja. – Me carcajeo del mal chiste de forma sarcástica. –Estas en el personaje, preciosa. –Me explica y sé que está en lo correcto, siempre he creído que me parezco un poco a ella. Atiendo al cliente con premura y me da unas pocas monedas por la atención, se lo agradezco, esto está lleno de clientes tacaños. La música es estridente, casi siempre llego con dolor de cabeza a mi casa, pero debo soportar de todo por mi familia, la noche avanza y cuando estoy atendiendo una de las mesas una chica medio borracha me reconoce. –Keyco ¿Cómo estás? ¿Qué haces acá?– Pregunta achispada –Trabajando ¿Qué desean de tomar?– Pregunto, para que ordenen de una vez por todas, estoy cansada y deseo pases las horas volando para irme a mi casa. –Sabes Keyco es muy inteligente, siempre quise ser como ella. – Le dice a su compañero que me mira de arriba abajo haciéndome sentir incomoda. – ¿Qué deseas tomar?– Pregunto nuevamente –Un par de cervezas, Alejandra, la chica está ocupada. – Le dice el acompañante. –No es justo que este aquí, la gente inteligente nada en dinero. – Dice ella amable haciendo un puchero. –Enseguida les traigo sus cervezas. – Les informo, odio cuando los conocidos me ven trabajando en este lugar y me hacen sentir tan fracasada, tengo que recordarme continuamente el motivo por el cual estoy aquí, por mejorar la calidad de vida de mi madre mientras viva. Regreso con las cervezas y al entregarlas me toma la mano la chica y su compañero se tapa la cara avergonzado. –Puedo ayudarte. – Me dice arrastrando un poco las palabras – ¿Gracias?– conteste un poco incomoda –Si trabajo en una empresa muyyy importante y buscan gente talentosa como tú. – Me dice ella –Que bueno. – Respondo aburrida. –Tienen unas vacantes y yooooo puedo ayudarte. – Me promete y no le creo nada, eso de que los borrachos siempre dicen la verdad es mentira, lo aprendí aquí, vivo rodeada de borrachos. –En esta tarjeta con la dirección de la empresa, Keyco mereces más que este lugar. – Me dice dándome la tarjeta, que meto en mi escote, aprendí a meter cosas allí viendo a mis compañeras –Gracias. – Le digo, sin pensar realmente en ir. –El chico es un genio, en el mundo de los negocios, es millonario y un prodigio en la arquitectura.– Lo que me dice, me recuerda a cierta, persona, pero lo descarto de inmediato, el pasado debe quedarse en el pasado. Pero mi cabeza loca me decía –No pierdes nada, además sabes quién te espera mañana en la tienda. – Déjate de pendejadas, no pienses tanto pensando se murió un burro ¿Te has visto últimamente al espejo?– Me contesto yo misma negándome la probabilidad. Voy cerca de los baños, y siento como me halan con fuerza hacia adentro forcejeo con todo lo que tengo pero el tipo tiene una fuerza increíble, me aprisiona entre sus brazos y me roba mi primer beso, esta asqueroso en lo borracho, le doy una patada en la ingle que lo hace doblar y salgo corriendo del baño maldiciendo mi suerte. Es lo más humillante, me han manoseado muchas veces, pero besarme no lo habían hecho, no habían llegado a tanto, me siento ultrajada tiemblo de miedo al verme las chicas me rodean – ¿Qué sucede?– Pregunta Angie, tomando mi cara entre sus manos mis labios quedaron rojos – ¿Alguien te hizo algo malo?– Me pregunta otra –Esa maldita me pateo. – Grita el hombre y mi jefa me ve de forma acusatoria. –El me beso, a la fuerza. – Sollozo –Un simple beso ¿te pone así?– Pregunta insensible mi jefa alguna de mis compañeras me apoyan otras niegan quitándole importancia a lo que acaba de pasar, para ellas es normal este tipo de trato, ellas venden sus caricias. –Keyco, te repito no quiero que esto vuelva a ocurrir, discúlpate con el caballero. – Me ordena mi jefa, y simplemente no puedo, se que debería por mi madre, pero no puedo regreso a aquel momento en que le pedí disculpas a Danielle y ni siquiera valió la pena porque algo incierto es el futuro, debo soltar esta mierda para poder avanzar. Al ver que no hago nada dice –Fue un erro contratar una mojigata como tú, solo ven por lo que resta de semana. – Me dice mi jefa viéndome con rabia. Algo me comienza a picar entre mis escasos senos y veo la tarjeta –No pierdo nada con intentarlo me digo a mi misma. Esto no me duele, dejar este lugar, aunque para ser sincera, tengo amigas aquí, esta tal vez es una oportunidad del cielo para cambiar mi vida para siempre, espero que así sea. No puedo soportar una noche mas como esta en mi vida. Siento que hace mas de tres años ya, Dios me dio la espalda y todavía no entiendo el motivo, agradezco solo la oportunidad de ver a mi madre viva un poco de tiempo más, pero casi ni comparto con ella, debido a los dos trabajos, mi padre junto con ella hace, las labores del hogar y mi hermanito, ni siquiera se da cuenta el piso que vive, metido en sus videojuegos todo el tiempo Mi jornada laboral culmina a las tres de la mañana, a esa hora me voy caminando hasta mi casa, porque no tengo dinero para pagar el transporte, llevo en mi mano un taster de fabricación casera el que se me acerque puede terminar electrocutado. Llego a las cuatro y debo bañarme y arreglar mi atuendo para salir a las seis de la mañana, y llegar a primera hora al edificio. Saco del cajón un currículo viejo, espero me sirva, no tengo maquillaje, por lo que no tengo para cubrir mis horribles ojeras, trato de disimular el aspecto de mis ojos colocándome mis viejos anteojos. Lo único que consigo, para ponerme es un traje viejo de mi madre que me queda grande, estoy peor que nunca, pero espero me den el cargo aunque sea de mantenimiento, mis otros trabajos ya no son opcion para mi, no pienso colocarme mas nunca en la vida algo tan corto como ese short.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD