Me he levantado temprano, para llevar el traje al señor Creek. Vaya nunca pensé que nadie pudiera vivir en una casa tan grande y eso que no la he visto, solo he podido llegar a la valla, allí le he entregado el traje al de seguridad, espero que se lo entregue tal y como está. No me gustaría que lo dañará y me echarán a mi la culpa. Bastante mierda tengo en mi vida para tener que limpiar una poca más.
No tengo ganas de nada el desengaño amoroso que he sufrido me ha hecho perder la ilusión, cómo puede comprender que lo voy a perdonar? esto no es un solo desliz es mucho más, es una orientación s****l diferente cómo podría volver a confiar en él? Siempre estaría la duda de que hubiera otro. En fin tengo que superarlo sea como sea, me centrare en mi familia y en mi trabajo.
El día a sido largo, hoy tenido muchas clientas y para no variar mi jefa no ha venido en todo el día, termino de recoger todo y me voy a casa. Necesito un buen baño relajante y una peli de llorar para sacarme todo lo feo que hay dentro de mi.
Acabo de bajar el cierre, la voz de hombre me hace voltear la cabeza. Es el señor de ayer el bajito mayor que me trajo el traje. Vaya seguro que no esta contento con el resultado, ojalá y no esté enojado no creo que ni con todos mis ahorros pueda comprarle un traje igual.
—Buenas noches, se le ofrece algo— digo temerosa de su respuesta.
—Usted es la señorita Melania Fisher?
— No, mi nombre es Melina pero si, mi apellido es Fisher.
—Está bien, lo siento he leído mal. Esto es para usted — dice entregándome un sobre cerrado y marchándose.
— Espere señor, pasa algo, hice algo mal. Siento lo del traje pero yo...—
Ni siquiera sé para, para que escuchar mis disculpas, bueno más bien mis súplicas. Sea lo que sea lo que dice o lo que hay en este sobre lo veré después de darme un baño y cenar algo. Mañana no trabajo así que si me disgusto podré dormir hasta tarde.
— Hola papá, qué tal el día?— pregunto desde la entrada de la casa.
—Bien cariño, he pedido pizza para ver el partido vendrá Martín verdad?— pregunta mi padre.
Vaya había olvidado lo del partido, siempre que juega nuestro equipo lo vemos todos juntos y cenamos pizza.
—No papá, no vendrá ya no estamos juntos y si viene dile que no me encuentro bien—
Mi padre parece preocupado, pero ya no tengo ganas de seguir tapando a un embustero que no ha hecho otra cosa nada más que jugar con mis sentimientos. Ahora entiendo su interés en que no fuera a la Universidad, claro así podría llevar una doble vida, que yo estuviera allí solo habría arruinado sus planes.
—Papá, no te preocupes estoy bien después de partido te lo explicaré todo — subo la escalera paso a mi habitación, dejo la carta sobre la cama y me meto al baño.
Después de un largo baño y digo largo porque mis dedos están arrugados como una pasa, cojo mis pantalones cortos y mi camiseta del equipo y bajo a la sala, allí están papá, Jhonny y un amigo suyo. Me siento al lado de papá y disfruto del partido y de mi familia, ellos son todo lo que tengo.
Ha sido una buena noche, pero estoy realmente cansada diez horas de pie me dejan agotada, me tiro a la cama y me dejó caer como un saco de patatas, me doy la vuelta y veo la carta, la verdad es que por un momento la había olvidado. Cojo un abrecartas y la abro, saco el papel y lo desdobló.
Señorita Melina Fisher
En cinco días se celebrará nuestra boda, y si está leyendo bien. No le voy a explicar mis motivos, ni quiero. Ni usted necesita saberlos.
Sino acepta su padre y su hermano sufrirán las consecuencias. Se que sobre su casa pesa una hipoteca y no están todos los pagos al día...
También se que su hermano desea ir a la universidad... Todos sus problemas pueden acabarse si acepta, de lo contrario. No seré benevolente.
Mañana irá un hombre de confianza a por una respuesta.
Atte. Richard Creek
Qué! Esto no puede ser cierto, leo la carta una y otra vez. Pero todas las veces es lo mismo. Qué voy a hacer? Si no me caso con el la vida de mi padre y mi hermano se irá a la M..., no puedo permitir que nos quiten la casa, mi padre la hipoteco para poder abrir el taller, nos quedaríamos en la calle y todas las oportunidades de que Jhonny fuera a una buena universidad se acabarían.
No entiendo porque quiere casarse conmigo, ni siquiera nos conocemos, no recuerdo ni su cara lo único que hice fue tirar su café, dios mío en que me he metido...
Tengo que intentar dormir, mañana tengo que dar una respuesta y esto no va a ser nada fácil. Ahora mismo las ganas de llorar están regresando con mucha fuerza.
**
— Si acepto, dígale a su jefe que en cuatro días me casare con él —después de decir estas palabras un nudo se forma en mi estómago, como voy a explicarle a mi padre y a mi hermano que me caso en cuatro días y con una persona a la cual ni conocen.
Hoy no les diré nada, tengo que coger impulso para poder hacerlo mañana, hoy lo único que voy a hacer es estar tumbada viendo la tele y comiendo dulces.
— Melina Fisher, que es eso de que te casas y ni más ni menos que con Richard Creek, señorita tiene mucho que explicar...—
—Papá, yo... lo siento a sido todo muy rápido, él es muy bueno conmigo me quiere mucho. Esto es para mejor—
— Y tu lo quieres a él? Hasta hace poco te ibas a ir a vivir con Martin y ahora te casas en cuatro días y con otro hombre. Por eso lo has dejado? Estabas con el otro?—
— Quién te ha dicho eso? Todo es muy complejo pero yo nunca le he engañado. Papá tienes que confiar en mí— digo apenada, no quiero mentir pero que le voy a decir que sino me caso ellos tendrán una vida desgraciada!
—Tu boda sale en los periódicos y Martin va llorando por los rincones por tu engaño. Pero si tú me dices que no les has sido desleal yo te creo—
Maldito cínico! Esto le ha venido como anillo al dedo. Ahora soy yo la mala y la que le ha engañado, cuando yo soy una mera víctima de las circunstancias y de sus acciones.
Comienza la cuenta atrás, espero que mi vida no se convierta en un infierno.