Capítulo 1

1011 Words
Me despierto con un dolor de cabeza y hago los deberes de la casa, a pesar que me gusta la fiesta soy una chica responsable. Juan está acostado leyendo algo debe tener un examen o algo así, yo ruedo los ojos porque a pesar de que se esfuerce leyendo ahora, se le olvida a la hora del examen. Le escribo a Mary para ver si amaneció viva, su tolerancia al alcohol es más baja que la mía. Voy donde mi papá y está recostado, veo como se retuerce y mi alma se parte en dos ante tal escena. Tomó aire un par de veces y entró, le doy un beso en la cabeza y comienzo a contarle como me fue ayer en la discoteca, él escuchaba atentamente y veía como sonreía de a pocos de vez en cuando. Me indicó que quiere dormir, eso es algo que hace con frecuencia desde se enteró de su enfermedad, dormir. Trague saliva y salí de allí, no me gusta como él se da por vencido. El fin de semana transcurrió muy normal, todavía no era totalmente seguro que obtuviera el puesto, primero tenía que tener una entrevista con el señor Smith y depende de ello me contratan. Me quedé de encontrar con Mary para comprar algo de ropa, no tengo cosas muy presentables para cambiarme todos los días, me da pena y debo mostrar que sí puedo hacerme cargo de ese puesto,  saqué mis ahorros y me dirigí a una tienda de rebajas, donde venden buenas cosas a precios bajos. Compre muchas cosas ya que habían promociones de dos por uno y Mary me compró dos bolsos, la amo, no me hubiera alcanzado para eso. Llegamos a casa y comimos todos.  Él lunes llegó más pronto de lo que pensé, a pesar de que iba recomendada me siento muy nerviosa, no quiero defraudar a mi familia, ni a mi amiga. Me bañe y vestí, escogí un vestido enterizo color n***o, el clásico que no falta, junto con una camisa manga larga blanca y unos zapatos negros, mi cabello lo deje suelto y utilice un maquillaje suave pero bien definido. Me despedí de papá y salí con Juan, él se quedaría en su colegio y yo seguiría a la empresa, paré el autobús y subimos, mis nervios aumentaban, no quería moverme mucho para no sudar y llegar con mal olor, Juan se bajó después de unas cuantas paradas, yo seguí, miraba mi reloj y estaba contra el tiempo, el tráfico no ayuda mucho y la lluvia está empezando a aparecer. Después de cuarenta minutos llegó a mí destino, puedo ver el edificio, es gigante al menos de unos quince pisos como mínimo, entro y la recepción es magnífica, el piso de mármol y sus paredes y muebles color blanco. Me acercó a la recepción y le digo a la recepcionista el propósito de mi visita, ella me entrega una carnet de visitante y me indicó que debería subir al piso trece. Tomó el elevador y llegó hasta ese piso tan elegante, aquí solo había dos oficinas y una secretaria, me presento y espero el llamado, luego de diez minutos me permiten la entrada, tocó dos veces la puerta hasta que escuchó el adelante, al entrar quedó impactada, esta oficina es más grande que mi casa, todo está ambientado con tonos oscuros, las paredes tienen cuadros del renacimiento y la vista es espectacular. Escuchó como alguien carraspeó con su garganta, lo miró y es un hombre bastante atractivo, es mayor debe tener más de cincuenta, su cabello es blanco y tiene un porte muy elegante y sofisticado. Se ve bastante jovial a pesar de su edad, me quedo muda y él nota como lo estoy observando más de la cuenta, con su mano me invita a sentarme y yo parezco tonta hipnotizada por su rostro.  — Señorita White, no estoy acostumbrado a hacer la primera entrevista de alguien, pero la secretaría de mí hija me la recomendó mucho. Así que le informo que no me gusta perder el tiempo, cuénteme que la hace especial para trabajar acá como mi asistente —. Enarca una ceja y por Dios, me tiene embobada.  — Señor Smith, pienso que soy una persona muy proactiva y aplicada que aprende con facilidad, soy muy responsable y disciplinada, tengo la facilidad de acoplarme a cualquier ambiente.  — Está bien, te creo. Lo veo en tus calificaciones y ya lo he averiguado. Espero no te moleste pero averigüe de ti donde estudiabas y dieron muy buenas referencias de ti, espero y no los defraudes. Por mi parte no tengo objeción alguna y creo que puedo darte la oportunidad, tendrías solo un mes de prueba. ¿Qué dices? —. Muevo mi cabeza en señal de afirmación, él me da una sonrisa perfecta. — Ah y se me olvidaba decirte que debes estar disponible para mi todo el tiempo.  Sus palabras me sonaron como en otra dirección, sentí como me moje no más a escuchar eso. La forma en que lo dijo y el tono con el que se expresó me dejó más que mojada.  — Claro, como mi asistente, viajes, reuniones, cenas, cócteles. Todo eso te será remunerado. Firmas el contrato y empiezas hoy mismo, me pides a la secretaria que hay afuera que te de mi agenda y te explique algunas cosas —. Asiento con mi cabeza nuevamente.  >, me recriminó mentalmente. La falta de macho, como diría Mary, me tiene mal.  Le agradezco y salgo a recursos humanos a firmar, allá espere solo unos minutos mientras lo preparaban cuando me lo alcanzaron quedé impactada, pagarían muy bien. Firme con ganas y me devolví al piso del señor Smith. Aquí la secretaría me indicó cual sería mi pequeña oficina y me dio la agenda de mi jefe, me puse a organizar, cuando finalmente terminé me acerque hasta su oficina, él estaba de espaldas y se le veía su voluptuoso trasero, el pantalón le quedaba tan ajustado que prácticamente el morbo se apoderó de mí
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