Entró en la ducha y él se sorprendió pero me sonrió, eso me hace sentir más segura de que él también siente algo por mí. Me tomó del cuello de forma posesiva y me besó con tanta hambre, mientras el agua caliente caía sobre nuestros cuerpos desnudos, lo abrace y apreté su espalda los gemidos se combinaban igual que nuestras respiraciones. Me dio la vuelta quedando a espaldas de él y comenzó a tocarme de una forma desesperante, mi respiración estaba aumentando llenándose de desenfreno por el placer que me estaba dando, me agachó mientras yo me apoyaba de las varillas de la ducha y me penetró por detrás, abría mis nalgas para tener más acceso a mi intimidad, sus estocadas eran fuertes y profundas, sus jadeos eran tan sexis… luego de poder llegar al clímax con él nos terminamos de duchar y nos