La misma noche Ámsterdam Alex Ese día después de las palabras de David lo mejor hubiera sido olvidarme de Leila, pero no podía permitir que me menosprecie, no solo se trata de tener mi ego herido, sino de demostrarle que ella tendrá que dar su brazo a torcer pidiéndome ayuda, además debo agregarle el hecho que las dos ocasiones que nos reunimos siguió retándome con su mirada penetrante, entonces es hora de dar vuelta al juego, voy a conquistarla. Si, lo sé primero no tenía intenciones de enredarme con ella, porque la idea era ganarme su confianza para perjudicarla con el viejo, aunque ahora todo cambió y se convirtió en un bello desafió que pienso ganar a cualquier precio, hasta estoy consciente que no será ningún sacrificio tenerla entre mis brazos, porque es una hermosa tentación que